Prolongar la cuarentena: mix de miedo y negocios
El análisis de Jorge Giacobbe (padre) del último estudio de la consultora que dirige en torno a cuarentena, política y negocios.
Al revisar detenidamente los resultados obtenidos en laspreguntas referidas al Coronavirus se podrá observaruna extraña e ilógica relación entre: PROLONGARÍA LACUARENTENA (36.7%), TENGO MUCHO MIEDO ALCORONAVIRUS (21.6%) y VI AFECTADOS MIS INGRESOS(78%).Dicho de otro modo, si casi 80% de la población perdióingresos debido a las restricciones de la cuarentena, y sisolo 22% está aún muy atemorizado por la amenaza delvirus, ¿cómo se llega a casi un 40% que pide extender la cuarentena?
La explicación es sencilla.
Si analizamos conforme a su ideología a quienes aún TIENEN MUCHO TEMOR alcoronavirus (21,6%), veremos que el excesivo temor ataca de manera especial aciertas comunidades ideológicas, pero no a otras. Por ejemplo, entrekirchneristas el miedo total afecta al 57,3%, entre peronistas al 30,9%, mientrasque entre independientes y/o apolíticos solo afecta al 12,4% y entre adherentesa fuerzas políticas de menor cuantía solo afecta al 7,2%. En medio de estosextremos los autodefinidos como pertenecientes al Pro solo tienen superatemorizados al 15.7% de sus miembros.
¿Será posible que algunas comunidades ideológicas sufran de maneraparticularísima el miedo a ciertas enfermedades al punto de multiplicar porocho el temor promedio de otras comunidades? ¿Pasará lo mismo frente aotras amenazas globales a la salud pública?
Ahora, si le damos vuelta y analizamos a quienes DESEAN CONTINUAR CON LACUARENTENA (36,7%) conforme a su ideología vemos lo siguiente: de losadherentes a pequeñas organizaciones políticas solo quieren extender lacuarentena un 11,5%; de adherentes al Pro, un 14,5%; de los radicales un19,2%; de los independientes y apolíticos un 23,9%; pero de los peronistasquiere continuar un 64,3% y de los kirchneristas un 87,6%.
Aquí queda absolutamente claro que la idea de extender la cuarentena, más alláde sus consecuencias sociales y económicas, es impulsada y motorizada por doscomunidades políticas (peronistas y kirchneristas) sin los cuales la aceptación alas prolongaciones promediaría la mitad de la porcentualidad (36.7) que exhibehoy.
Veámoslo ahora las posiciones asumidas por personas que NO perdieroningresos durante la cuarentena (22.1%).Expuesto ya que solo el 22,1% de los encuestados asegura que NO HA PERDIDOINGRESOS durante la cuarentena, surge que únicamente dos comunidades ideológicas han tenido mejor suerte: dentro del campamento kirchneristaquienes NO perdieron son el 35.8%, y dentro del universo peronista los NOperjudicados económicamente son el 31,3%. Todos los demás núcleosideológicos consignan porcentajes de NO pérdida de ingresos inferiores al 22%global.
La pregunta obligada aquí es, ¿cuál será el motivo por el cual los dos sectoresmenos perjudicados económicamente (kirchneristas y peronistas) son los másfervientesimpulsores de continuar por este camino?Ergo, kirchneristas y peronistas son, por lejos, quienes MAS MIEDO expresan alvirus.Son, por lejísimos, quienes más de acuerdo están con extender la cuarentena y,en paralelo, son notoriamente los menos afectados por la reducción forzada deingresos.Pero no son los únicos.
Hay otros sectores que están a favor de prolongar lacuarentena por razones de conveniencia.Entre ellos, miles de pequeños comerciantes barriales que han logrado duplicaro triplicar sus ventas a partir de que la gente, encerrada en sus casas, compraahora en negocios de proximidad lo que antes compraba en comercios delcentro de las ciudades.
También debe sumarse a buena cantidad de empleados públicos y privados noesenciales que perciben el 100% de sus salarios sin la obligación de prestarservicio.
Asistimos, frente a este tema, a una trama compleja de miedos ciertos másintereses políticos y económicos que, aun sumados, reúnen hoy solo a un terciode la población (36,7%) en la postura de continuar extendiendo la cuarentena.Para confirmación veamos lo que sucede entre los encuestados que dicen aunTENER MUCHO MIEDO (21,6%). Solo dos tercios de ellos (69%) está de acuerdocon las extensiones. Eso equivaldría a un 15% de la población.
Después de leer este breve informe la conclusión es simple: la inmensa mayoríade los argentinos esta más preocupada por las consecuencias sociales yeconómicas de la cuarentena que por la potencia destructiva del virus.Eso no quiere decir necesariamente que la mayoría tenga razón. Pero sí que aesta altura tiene muy buenas razones para opinar como opina.