Honor al mendocino San Martín, un buen padre
Al cabo de 67 años solo Mendoza se mantuvo fiel al Libertador en la celebración del 24 de agosto como Día del Padre. El recuerdo del historiador Gustavo Capone.
¿Habrá algún título qué colme más de halago a una persona que ser reconocido como un buen padre? Seguramente, no. Pero sería injusto a la vez, no trasladar tamaño orgullo para aquella mujer, que con seguridad siente lo mismo, cuando la consideran una buena madre.
En el fondo, virtudes y orgullo de toda persona responsable que asume comprometidamente el rol asignado. Difícil título: ser padre. La profesión donde primero te otorgan el certificado y después tienes que cursar la materia.
Y el tiempo dirá. Pecando de trillado, como dice Kahlil Gibran: "Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma". "(...) Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados".
Ahora bien, volviendo al mendocino San Martín; y en el plano de las conjeturas, para empezar, sostendremos: aquel San Martín tardó mucho menos tiempo para convertirse en "el padre de la patria" que un buen padre.
Al justo título de "padre de la patria" llegó munido de una convicción, estudio y preparación que excedían lo común. Sobreponiéndose a las mezquindades internas. Con un coraje y una capacidad organizativa, y liderazgo, propio de los hombres de Estado que ostentan una visión y perspectiva sujeta en una sólida formación y un espíritu inquebrantable. En el marco de una estrategia continental cuyo rol cumplió a la perfección desde el extremo sur de América y contando con una estructura de conjunto, conformada por hombres y mujeres, que cumplieron acertadamente lo planeado. He ahí otro mérito del "padre de la patria": saber elegir sus hombres para conformar un buen equipo.Sí; es cierto que fue discutido por la interna porteña; perseguido por sus planteos políticos desde que regresó al Río de la Plata en 1812; amenazado de muerte en Mendoza y en su frustrado regreso al país en 1829; repatriado sus restos recién en 1880. Muchas veces utilizado como "comodín" infalible. "Usado" por el "partido militar" desde el golpe de estado de 1930; emulado interesadamente en todas las campañas políticas y pronunciado en cientos de discursos que solo buscan conmovernos.
Pero a pesar de eso, todo lo grande que San Martín consiguió militar y políticamente para la emancipación americana fue solamente en 10 años.
Opuesto a lo anterior; al honor de ser considerado un buen padre tardó una vida, consiguiéndolo prácticamente solo. Fue aprendiendo día a día. Recordemos que Remedios ("esa mujer me ha mirado para toda la vida", escribirá sobre ella a Mariano Necochea) murió en 1823, cuando Mercedes tenía 7 años. Es ahí donde San Martín no solo hace historia, sino que además se comprometió con el presente. Es ahí donde San Martín se hace contemporáneamente parecido a cualquier padre de familia de nuestra tierra mendocina. Como a cualquier buen padre de la patria. Es ahí donde se profundizó el hito fundacional y se conjugó la firme ligazón entre el "padre de la patria" y el buen padre mendocino. Es esa actitud la que también debe ser conmemorada. La custodia de las escuelas mendocinasEntonces, ¿por qué honrar el Día del Padre el 24 de agosto cuando nació Mercedes en Mendoza?
Porque Mendoza creció, se estructuró y desarrolló a partir de la acción de mujeres y hombres que engendraron hijos educados al son de la cultura del esfuerzo y del trabajo. Espejo de la vida sanmartiniana. Ejemplos en nuestra historia sobran. Poner el hito sanmartiniano como referencia y su gesta emancipadora es hasta redundante. San Martín volverá a Buenos Aires después de servir 22 años al ejército español. Y volverá con un alto grado militar otorgado por un Imperio que llegó a tener un ejército más poderoso que el romano. Por ende, luchó cotidianamente en uno de los ejércitos más grande de toda la historia universal. Desde ese lugar fue ascendiendo y mejorando su rango, batalla tras batalla.En conclusión, llegará a Mendoza como Gobernador - Intendente de Cuyo después de "haberse roto el alma" en su trabajo. Habiéndose curtido en el fragor de lucha y sin que nadie le "regalará" nada. A ese hombre recibirá la Provincia de Mendoza. A ese que pronto soñará vivir para siempre entre parrales. Ese es el mismo San Martín que cuando depuesto por la inadmisible orden del Director Supremo, Carlos Alvear, fue restituido por el Cabildo y "bancado" por el pueblo mendocino. Ese es el mismo que trasladó su familia desde Buenos Aires y se convirtió padre en Mendoza.
De ahí en más, multiplicará su esfuerzo desde Mendoza, para convertirse tras la epopeya libertadora en lo glorioso que fue.
Una maestra escribiendo la historia
La otra historia es conocida. Y mucho más cercana. La Ley Provincial N° 5131 de 1986 establece el 24 de agosto como "Día del Padre" en Mendoza, en referencia al mismo día de 1816 cuando nació la hija de José de San Martín y María de los Remedios Carmen Escalada de la Quintana: Mercedes Tomasa. Con Antecedentes legislativos desde 1953, cuando la Profesora Lucía Zuloaga de García Sada presentó ante Dirección General de Escuelas de Mendoza, la iniciativa para declarar el 24 de agosto como Día del Padre. El pedido fue aceptado por Resolución 192-T-53, instituyendo "oficialmente, en el Calendario Escolar de la Provincia, el Día del Padre para celebrarse en todos los establecimientos educacionales el 24 de agosto de cada año".
Mendoza, la provincia sanmartiniana
Pero entonces, ¿por qué no conmemoramos el Día del Padre el 24 de agosto en todo el país?
Al cabo de 67 años solo las escuelas de Mendoza, se mantuvieron fieles al Libertador en la celebración del 24 de agosto como Día del Padre, y aunque siempre hubo intentos de dictar la ley a nivel nacional mediante distintos proyectos, los intereses económicos y empresariales pudieron más, ya que habría que cambiar el Día del Niño a junio y llevar el Día del Padre a agosto.
Entre los últimos antecedentes registrados se encuentra el proyecto de Ley Nacional instituyendo como Día del Padre el 24 de agosto, que se conmemoraría el tercer domingo de agosto de cada año. presentado por el Senador Nacional Roberto Gustavo Basualdo por Expediente Nº S-1834/12 , que perdió estado parlamentario por no haber recibido tratamiento durante dos años. El mismo fue reproducido el 29 de mayo de 2014 por expediente Nº S-1636/14, pero al no ser tratado volvió nuevamente a perder el estado parlamentario en 2015. El último intento fue en 2016 por un proyecto presentado ante el Senado nacional por Julio Cobos y aprobado en abril de 2017 (sobre expediente S -3190 /16) con la anuencia unánime de todos los legisladores mendocinos.
Su testamento
"El constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura todos mis desvelos, haciendo mi vejez feliz. Yo le ruego continuar con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido". Del testamento de San Martín, expresamente refiriéndose a Mercedes.