La digitalización incompleta termina "papelizando" más
Se producen verdaderas paradojas en medio de la "despapelización" del Estado, que avanza, pero que encuentra cuellos de botella.
La queja de los que han trabajado e implementado el expediente electrónico y otras formas de "despapelizar" el funcionamiento del Estado en Mendoza es que no todos han realizado el mismo esfuerzo.
De tal modo, señalan que en numerosas dependencias no saben cómo manejarse en forma electrónica y, por lo tanto, terminan imprimiendo todos los materiales digitalizados. Lo "despapelizado" se vuelve una "papelización" no calculada.
Pero no solo ocurre eso: hay funcionarios que para revisar los expedientes prefieren no leerlo en el monitor de su computadora, por lo que piden a sus empleados que se los impriman, para poder leerlo y hacer acotaciones en papel.
Otros factores que se han vuelto una situación paradójica es que en algunos lugares no se ha concluido la tarea rediseñar los circuitos y por lo tanto, cada expediente pasa por algún área solo para que le agregan "pase a tal otra", sin que tenga un protagonismo crucial en la solución del tema, sino que lo embrolla.
De todos modos, hay un alto reconocimiento a la voluntad de avanzar en la despapelización. Aunque en los municipios que han tenido otras prioridades se han salteado varios hitos tecnológicos en años anteriores y resulta muy costoso avanzar en trasladar contenidos anotados en cuadernos a sistemas de gestión digital: cuesta en dinero y en formación del personal, que debe adaptarse a las nuevas herramientas.