24/365: el Corredor Bioceánico, administrado como una cuenca hidrográfica
El exembajador argentino en Chile, y experimentado economista y dirigente político Carlos Abihaggle, plantea retomar un camino ya recorrido en torno a designar al Corredor Bioceanico como una "cuenca" y administrarlo de tal manera.
Un corredor bioceánico como el Cristo Redentor es como un río internacional desde el punto de vista de su problemática y conflictos que generan, del importante servicio que prestan a sus comunidades involucradas y del desafío de gestión y logística que plantean.
Los dos necesitan estar disponibles y en funcionamiento las 24 horas de los 365 días del año. Ambos sufren problemas parecidos derivados de la variabilidad del clima. Sequías e inundaciones, vacíos y congestionamientos, valles y picos, armonía y conflicto.
Por ejemplo, debido a las fuertes nevadas y, en el medio de esta pandemia, hay 3.000 camiones varados en la ruta con los consiguientes perjuicios y peligros sanitarios para los choferes y los consiguientes costos económicos para las empresas. A decir de los propios operadores, se podría haber paliado en parte la problemática si hubiese existido una mejor coordinación de las consecuencias del evento climático.
Comités de cuencas
¿Cómo se gestiona, desde hace ya más de dos siglos para gestionar una cuenca hidrográfica?
Se conforma un comité de cuenca en el que están representados todos los usuarios del agua. Se realizan estudios hidrológicos permanentes acerca de la actualidad y perspectivas del derrame. Se evalúan los requerimientos y necesidades de los usuarios. Se establecen prioridades. Se adoptan resoluciones en cuanto a los cuidados que hay que tener para limitar la contaminación del recurso hídrico.
Y así siguiendo...
Lo mismo desde la perspectiva del manejo hay que hacer con el corredor Cristo Redentor, actualmente y por mucho tiempo la vía de comunicación más importante del Mercosur. Miles de millones de dólares se transportan anualmente y es un vector turístico de indudable gravitación.
En el año 2007, al dejar mi cargo como embajador argentino ante la República de Chile y, después de analizar la problemática del mismo, propusimos a las Cancillerías de ambos países la conformación de un Comité del Corredor. En el que participaban todos los organismos oficiales de Argentina y Chile involucrados en su manejo así como el sector privado: empresarios y trabajadores del area de transporte, turismo, etc. Y bajo las directivas de un Coordinador/Gerente pro tempore. O sea un funcionario argentino durante un período y uno chileno, alternándose.
Estimamos que la propuesta fue receptada y analizada por ambos gobiernos con posterioridad, pero, por razones que desconozco, no ha sido aprobada.
Ahora es un momento propicio para insistir dado que la relevancia de las Tecnologías de la Información en la actualidad de la pandemia permitirá resolver muchos problemas de logística tales como: automatización digital de numerosos procedimientos, prechequeo informático, controles en tierra, etc
En el ínterin y, mientras tanto, una solución de corto plazo es la formación de un Comité del corredor estrictamente nacional con los mismos protagonistas argentinos a través de la firma de un convenio entre el gobierno nacional y el Gobierno de Mendoza. A través del cual aquel delegue en la provincia la gestión del Paso en lo que atañe al territorio provincial. Y con la obligación de invitar a las restantes provincias involucradas a participar del mismo.
El gobierno nacional daría así un claro ejemplo de su vocación federal al tiempo que tendríamos una vía de solución para un protagonista vital de la Integración Latinoamericana.
EL AUTOR. Carlos E. Abihaggle es economista. Fue ministro en Mendoza, diputado nacional y embajador argentino en Chile.