No son excesos, es la "nueva normalidad"

"Por sus obras los conocerías", dirán los crédulos, "no mires lo que digo sino lo que hago" habría dicho Néstor Kirchner alguna vez o el clásico "la única verdad es la realidad" parecen apropiadas para la ocasión. El hecho o el dato es que los casos de violencia estatal están a la orden del dia, que se suma a otro fenómeno que acompaña a éste; el aumento de los índices de delitos. Violencia del Estado-violencia social. 

Claro, al principio con todos en casa el país parecía tranquilo y resuelto, sólo había que esperar unos pocos días. Pero pasaron meses y los desconfinamientos se han ido dando de manera distinta en porciones del país. A los casos conocidos ya de Tucumán, Santiago del Estero y San Luis de muertos en dependencias policiales o asesinados por las mismas, asoman legislaciones que van recortando derechos. 

En Salta, por ejemplo, la diputada Jorgelina Juárez del Frente de Todos decía a la prensa que "Hemos visto gran temor y angustia de parte de muchos de los denunciantes, quienes han expuesto las denuncias que realizaron por golpes de la Policía (...) Todos estos casos se dieron como consecuencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio. 

Si bien entendemos que el rol de las fuerzas de seguridad es fundamental y esencial en esta época de emergencia y de pandemia, todo procedimiento debe ser llevado a cabo en el marco del respeto y cumpliendo con la Constitución Nacional y el Estado de derecho en que vivimos". (Pág.12 Edición de Salta).

Aquí en Mendoza, el procurador Alejandro Gullé no tuvo mejor idea que salir a anunciar que los que salieron el jueves 9 de julio a un banderazo típico vinculado a la libertad de expresión serían sometidos a proceso y como si fuera poco se sancionó la ley que también producirá la criminilización de amigos que se junten a escondidas, estableciendo hasta 30 días de arresto y 80 de trabajos comunitarios. 

Pregunta ¿ los amigos estarán en el misma celda o habrá una cárcel o comisaría para cada uno de ellos, así se evita el delito o infracción continuada?

En la provincia de Buenos Aires un joven, Lucas Verón, que había cumplido 18 años al regresar en moto con otro amigo fue muerto por una bala policial. Dos policías, hombre y mujer que son pareja, están detenidos y acusados. Su pena posible y única si todo es como dicen; perpetua. No es menos importante la salud, la lucha contra el virus, el trabajo y la economía familiar como saber también de qué se alimentará el Estado en materia de ingresos ante este quiebre fenomenal del sistema financiero-económico. 

Todas son preguntas importantes y esenciales, pero para algunas familias hay respuestas que no llegarán jamás. Es el mismo Estado que reclama y exige sacrificios el que también ofrece las próximas víctimas. 

Paradógicamente Hebe de Bonafini, aquella enorme mujer que enfrentó con su lucha y preguntas incómodas a la dictadura, prefiere ahora en tiempos de pandemia escribirle a la Reina de Inglaterra para que le devuelva el oro a la dictadura de Maduro o repudiar las pocas reuniones ecuménicas que ha hecho Alberto esta vez con empresarios, sindicalistas y gobernadores el pasado 9 de Julio. ¿Son mejores empresarios los hermanos Schoklender los que podrán hacernos salir del default y dar trabajo justo sin retornos?

Santiago Maldonado fue el ejemplo atroz de la grieta en el desgobierno de Macri, hasta que su cuerpo apareció oxidado de agua y expuesto a decenas de estudios y pericias. Ninguno tuvo razón, ni fue una desaparición forzada ni tampoco un acto inocente del Estado. 

Hoy nos convoca Facundo Astudillo Castro, desaparecido en pandemia, y lo que necesitamos son también respuestas serias y transparentes. 

Un desaparecido, un ausente que no puede defenderse, y que desde su silencio nos interpela, será siempre a pesar de lo que se piensa una luz que alumbra directo a nuestras conciencias e ideas.