Embajador exprés en Ucrania a fines de 2015, ahora fue enviado a Nueva York
Santiago Villalba fue designado en noviembre de 2015, días antes de que Cristina Kirchner abandonara Casa de Gobierno, embajador en Ucrania y su esposa, una semana antes, ante Grecia. Ahora irán a Nueva York.
Adolfo Santiago Villalba Díaz fue designado este lunes como cónsul argentino en Nueva York, y si bien posee trayectoria en la Cancillería, su historia es imposible de no ser contada a la hora de dar la noticia del nuevo destino. Remplazará allí a Guillermo Olivares.
Es que no bien terminaba el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, en noviembre de 2015, Villalba fue designado embajador en Ucrania, un cargo que no llegó a ejercer debido al cambio de gobierno que se produjo en diciembre.
El Consulado en Nueva York, en la avenida 56.
Pero no fue solo eso: su esposa, María Carolina Pérez Colman, había sido designada una semana antes como embajadora en Grecia.
El caso despertó asombro y también polémica, debido a que se trataba de dos dirigentes de La Cámpora, enviados con una fuerte suma de dinero para instalarse en sus destinos a dos países europeos y con final incierto consabido, ya que se conocía que cambiaría el gobierno nacional y su retorno, algo inminente. De hecho, sus cartas credenciales llevaban la firma de Cristina Fernández de Kirchner y solamente pudo acreditarse ante Atenas Pérez Colman. Su esposo llegó tarde, y al ser presentadas ante las autoridades Ucrania, ella ya no era la presidenta.
Ahora, mediante decreto 590/2020, Villalba no sólo estará al frente del Consulado en Nueva York, como alguna vez le tocara a Héctor Timerman y desde donde volviera como Canciller, sino que dirigirá el Centro de Promoción Argentina en la Gran Manzana.
Lo curioso del caso es que cuando se designó a Villalba como representante ante Kiev, se való que era experto en otra área del planeta, habiéndose desempeñado a cargo de la Dirección de Europa del Este de la Subsecretaría de Política Exterior de la Cancillería.
Cristina Kirchner hizo, sobre el final de su gobierno, una decena de este tipo de designaciones de último momento y por escaso tiempo, y dejó en los designados el antecedente de haber pasado por un cargo pero que, en realidad, no ejercieron, como los casos, además de Ucrania y Grecia, de Japón, Nueva Zelanda, Mali o Paquistán