Mejor construcción
El exministro de Obras y Servicios Públicos, ex diputado nacional, exsuperintendente de Irrigación, y un análisis vinculado a cómo motorizar a la "industria de industrias".
Un estudio realizado por la Cámara Argentina de laConstrucción , a través de un modelo de insumo-producto,determina que 1$ invertido en obras, tanto públicas comoprivadas, genera $2,20 de ingreso adicional en la sociedad yun incremento del 15% del Producto Bruto Interno.
En materia de empleo el impacto es el doble de empleosgenerados y llega a representar el 17,5% del total de empleos.El impacto fiscal también es significativo: un retorno para elEstado del orden del 38.8 %. ¿Cómo se explica?
El dinero destinado a la construcción, denominada industriade industrias, tiene efectos sobre la demanda, en tres fases:
- El primer efecto es directo sobre la actividad.
- En segundo lugar, un efecto indirecto: una mayorinversión en construcción impacta sobre la economíamediantelos eslabonamientos hacia atrás, vía las compras deinsumo: cemento, hierro, madera, pinturas, etc querealiza el sector hacia los proveedores.
- Un efecto inducido ya que los obreros que trabajanreciben un salario que una parte la destinan a consumo. Ylos empresarios que reciben sus beneficios tambiénincrementan el consumo y posiblemente la inversión.
Por otra parte, la construcción presenta importantes impactossobre la economía por el lado de laoferta. Una inversión en caminos incrementa laproductividad. En obras de riego mejora la eficiencia en el usodel agua. La provisión de agua potable mejora la salud de lapoblación. Un edificio escolar mejora las posibilidades deeducación. Un nuevo hospital o centro de salud nos da mayorseguridad sanitaria. A veces, difícil de cuantificar, pero muysignificativos porque hacen a la calidad de vida de loshabitantes.
Personalmente he vivido dos situaciones parecidas de crisisestando en funciones públicas:
- En 1989 siendo ministro de Obras y Servicios Públicos deMendoza. En el medio de la hiperinflación constituimosun comité de crisis que nos reuníamos todos los días a las7 de la mañana con funcionarios, empresarios yrepresentantes sindicales. Nos dábamos un debate deuna hora y resolvíamos "on line" diríamos ahora todos losproblemas de desabastecimiento, falta de pago, etc conun solo objetivo: continuar el plan de obras. El área devivienda adopto otro criterio y suspendió la ejecución delas obras. Cuando quiso acordar las partidaspresupuestarias se habían esfumado con la hiperinflación
- En el 2001 siendo Superintendente de Irrigación.Adoptamos el mismo criterio. En ese momento, fuimos laúnica provincia argentina que siguió desarrollando el denominado Programa de Servicios Agrícolas Provincialescon financiamiento del Banco Interamericano deDesarrollo. Y complementado con fondos propios, quesupimos ahorrar, elevamos la inversión en obra públicadel DGI a 14 millones de dólares, récord para eseentonces.
Frente a esta pandemia y, superado el escollo sanitario queimpide la actividad económica de la construcción tanto públicacomo privada, el Estado debiera prestar atención a destinarfondos para la construcción de obras públicas, subsidiar a lossectores vulnerables para su refacción o construcción deviviendas y de facilitar que el sistema financiero pudiese tenerlíneas de prestamos para el sector privado destinado a laconstrucción.
Está demostrado que ello es mucho más eficiente desde elpunto de vista económico y más equitativo desde el punto devista social.
EL AUTOR. Carlos E. Abihaggle. Economista. Exministro de Obras y Servicios Públicos, ex diputado nacional, exsuperintendente de Irrigación.