C. Varela Álvarez

Rodolfo Walsh y el día equivocado

Carlos Varela Álvarez señala que el Día del Periodista conmemora a un abogado, y pone de ejemplo a Rodolfo Walsh, asesinado por la dictadura.

Carlos Varela Álvarez

Siguiendo la notable tradición nacional de los equívocos, como celebrar el Día del Padre a gusto del comercio y no en el natalicio o muerte de San Martín, el periodismo celebra su onomástico en nombre de un abogado, Mariano Moreno, cuando lanzaba la "Gazeta de Buenos Aires".

La profesión ya existía pero como pocas tareas muchos trabajan y hacen de periodistas sin serlo, una discusión que nunca podrá cerrarse en honor a la libertad de expresión y sin dejar de reconocer en Moreno las mejores ideas libertarias. 

El 24 de marzo de 1977, en el primer aniversario de la más terrible dictadura argentina, un hombre y su máquina de escribir desde su clandestina agencia de noticias, dio a conocer la "Carta abierta de un escritor a la Junta Militar". 

¿Que decía esa Carta? Denunciaba las torturas, la censura, la persecución, las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales, como la ausencia de justicia, los miles de habeas corpus rechazados y el plan económico y sus secuelas. Walsh caería abatido el 25 de marzo a manos de agentes de la Esma, quienes lo hirieron y hasta el dia de hoy continúa desaparecido. 

Tomás Eloy Martínes desde el exilio de Caracas, en abril del 77 la publicó por primera vez. Un hombre de izquierdas, de libros y militancia conocidas, cualquiera sea su inventario, no importa, sería pequeño de nuestra parte ampararse en eso para no mirar la dignidad de la palabra desnuda parada frente al poder con todo el costo que eso significó en esa oscuridad. 

Walsh no mintió, ejerció la libertad hasta el último minuto, defendió su verdad, su información a costa de su vida. Pocos como él se atrevieron cruzar el límite del alambre de púas e intentó el salto imposible. Dejó esa carta, ese texto pero también más que ello un compromiso y un desafió a los que alzan si pluma. 

Si los periodistas son sólo mensajeros como Mercurio llevando las ideas y los hechos de otros o son los que molestan y cuestionan al poder todos los días, los que sospechan de las versiones, los que investigan las catacumbas del estado y los privados, los que nos advierten que el hecho es sagrado a pesar de la toma de posición. 

Walsh como Sarmiento, en las antípodas, las ideas no se matan, los hechos tampoco.

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