Entrevista

Amenazas narco: las razones, el origen y cómo actuar

El criminólogo Eduardo Muñoz analizó el video amenazante contra Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro y dio su punto de vista respecto a la forma de proceder: "El mensaje debe tomarse con cautela", señaló en "Tenés que saberlo".

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Jornada

Tras el video amenazante dirigido a Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro, el criminólogo Eduardo Muñoz analizó las imágenes y dio su parecer al respecto de los dichos de los delincuentes que aparecen en el video. En contacto con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, el especialista explicó los puntos a tener en cuenta de las declaraciones.

"El mensaje del video debe tomarse con cautela, pero no puede ser desestimado. Aunque contiene elementos que podrían interpretarse como una puesta en escena, el contexto de la violencia narco le otorga un nivel de credibilidad. Las armas exhibidas, el lenguaje empleado y el desafío directo al Estado son elementos comunes en las amenazas emitidas por organizaciones criminales. Sin embargo, también podría tratarse de un intento de desinformación o una estrategia para desviar la atención de operativos en curso. Determinar su autenticidad requiere de análisis técnicos especializados del material", explicó Muñoz.

El especialista explicó que no es habitual que los narcos den tantos detalles de su ubicación o su modus operandi: "Sin embargo, esto puede obedecer a varias razones estratégicas: desinformación, ofrecer datos falsos para confundir a las autoridades y desviar investigaciones; demostración de poder, generar impacto mediático mostrando control sobre el territorio, incluso a riesgo de revelar información; y provocación, forzar una reacción estatal para exponer limitaciones en su capacidad de respuesta. Es importante considerar que este tipo de mensajes suelen ser calculados y tienen un propósito más allá de su contenido literal".

En referencia al tono empleado, Muñoz explicó que mezcla acusaciones a la autoridad y amenazas veladas a la población, algo común en organizaciones criminales: "Este tipo de discursos busca múltiples efectos: intimidación, crear un clima de temor generalizado que refuerce su imagen de poder; manipulación, posicionarse como una especie de "justicieros", que critican la corrupción y reclaman cambios sociales, intentando ganar apoyo o justificar sus actos violentos".

A su vez, explicó que ese tono busca influir en la percepción publica: "Mezcla amenazas con un discurso pseudopolítico. Esto les permite por un lado mantener su postura intimidante, y por otro tratar de legitimar sus acciones ante ciertos sectores vulnerables de la sociedad".

Muñoz explicó que es difícil determinar la autoría sin una investigación, aunque señaló algunos posibles responsables: "Podría tratarse de bandas locales de Rosario que intentan mandar un mensaje directo a las autoridades ante operativos recientes o para demostrar su resistencia; grupos menores o facciones que buscan posicionarse en la escena criminal usando una amenaza pública para ganar notoriedad; podría ser una estrategia de actores externos para desestabilizar, generar caos o desviar recursos y atención hacia otros objetivos".

Por otro lado, señaló que la situación no debe ser subestimada y que las amenazas tienen un impacto en la población y las autoridades: "Si bien los mensajes narco no siempre derivan en acciones inmediatas, si revelan la capacidad de estas organizaciones para desafiar acciones del Estado y alimentar un clima de impunidad. La clave está en investigar el origen del video, analizar su contexto y reforzar la seguridad para evitar cualquier eventualidad".

El criminólogo explicó algunos puntos claves a tener en cuenta: "En primer lugar, la evolución de las amenazas simbólicas, las amenazas recientes, como los videos intimidantes o la quema de cubiertas en las inmediaciones a la Policía de Investigaciones de Santa Fe demuestran que las organizaciones no solo buscan ejercer violencia física, sino también consolidar un control psicológico sobre las autoridades y al sociedad. Es un recordatorio de que el narcotráfico se está sofisticando en su comunicación y en su capacidad de influencia".

En esa línea, agregó: "También el impacto en la percepción pública: la combinación de amenazas directas a figuras públicas, asesinatos de alto perfil y actos intimidatorios generan un clima de inseguridad que pueden debilitar la confianza en las instituciones. Esto es peligroso porque afecta la gobernabilidad y fortalece la sensación de impunidad".

Finalmente, Muñoz señaló la importancia de trabajar estrategias multidimensionales para poder abordar el tema: "La situación en Rosario evidencia que no basta con el accionar policial u operativos militares. Es fundamental trabajar en la desarticulación económica de estas bandas, limitar su capacidad de reclutamiento en zonas vulnerables y garantizar que las respuestas estatales sean consistentes y sostenibles a lo largo del tiempo", concluyó. 

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