Qué significa educar en el mundo actual

Escuchando a Gabriel Conte en "Tenés que saberlo", con el tema "Educación, es el problema y también la solución", y analizando un poco la situación creo que debemos siempre tener en cuenta que la buena enseñanza mira más allá del recinto del aula, configura dispositivos que apuntan a la formación integral de la persona, que le ayudan a construir, de forma no irreal pero equipada, su propio proyecto de vida. La tarea de enseñar a aprender, que hoy con razón parece central para la acción del docente, no se reduce al campo de las disciplinas de estudio, sino que insta a la adopción de un horizonte más amplio, el de la educación para la autonomía, el desarrollo de una visión crítica y pensamiento creativo capaz de afrontar la incertidumbre, precariedad y complejidad de hoy, sin verse aplastado por dificultades, capaz de construir las nuevas respuestas necesarias.

La enseñanza es conocimiento que tiene que ver con la vida, no es una cuestión que concierne al mundo escolar y que se mueve con una lógica exclusivamente interna a las paredes del aula.

Existe una relación muy estrecha entre enseñanza y educación. ¿Qué significa educar? ¿Qué significa hoy, en el actual escenario cultural y social? Se trata de preguntas desafiantes que nos obligan a llegar a la raíz del compromiso como docente.

Educación: es el problema y también la solución

Jacques Maritain dijo que educar significa ayudar a la persona humana a ser más humana. La enseñanza representa una herramienta importante de esta ayuda necesaria, una forma particular de cuidar.

La acción didáctica no sólo se ocupa de fomentar el aprendizaje de contenidos o técnicas específicas, sino que es de interés para la dimensión emocional y la de los significados de valor.

Por tanto, el verbo educar se asocia con el significado de cuidar. ¿Cuidado con qué? De lo más importante para una persona: realizarse plenamente como persona humana.

En la relación educativa, el cuidado no se expresa en una acción de modelar al otro, de heterodirección iluminada, que ve al adulto presentándose como un modelo de referencia, a ser imitado, a ser conformado, en una relación fuertemente asimiétrica, donde el maestro se refiere a sí mismo.

Por el contrario, la relación educativa se lleva a cabo dando al alumno una autorización progresiva para crecer, para salir de la dependencia, para aprender a hacerlo por sí mismo. Esto no significa, para el docente, negarse a sí mismo como autoridad, sino interpretar esta responsabilidad adulta como un servicio. Esta es una tarea que requiere gran respeto, gran atención, gran sabiduría.

FUENTE BIBLIOGRAFICA: Italo Fiorin, Profesor de Pedagogía General y Social en la Universidad Libre de María Ss. Asunción de Roma. También ocupa cargos en instituciones nacionales e internacionales: es Coordinador del Comité Científico de "Indicaciones Nacionales para el currículo de la escuela infantil y el primer ciclo educativo" Roma, Italia 2024.