Análisis

Milei y el arte de comunicar optimismo: ¿Qué dicen los números? ¿Cuándo llega a los ciudadanos?

Un trabajo en conjunto de Ruben Zavi (consultor político, licenciado en Ciencia Política y Administración, especialista en Comunicación Política) y Jimena Politino (consultora económica, Contadora Pública Nacional y licenciada en Administración; maestranda en Administración de Negocios).

R. Zavi y J. Politino

Con el calendario electoral definido, y la vista puesta en el retrovisor donde Javier Milei ha visto cómo sus indicadores de popularidad han comenzado a descender, mostrando una tendencia que preocupa a su equipo de comunicación y que lo obliga a adoptar una estrategia urgente: comunicar buenas noticias que revitalicen la percepción de su gestión. 

La reciente encuesta de octubre de 2024 (Mora Jozami casa 3) refleja esta presión, ya que, a pesar de mantener una aprobación del 47%, el 46% de los ciudadanos desaprueba su gestión. 

Estos números, sumados al crecimiento de Cristina Fernandez como líder opositor y los desafíos económicos, han puesto en el centro del escenario la necesidad de Milei de ofrecer al país una narrativa de éxito económico, a pesar de los obstáculos.

En este contexto, Milei ha celebrado lo que él llama un "rebote" en las ventas minoristas de octubre, buscando proyectar una imagen de recuperación pese a la caída acumulada de 13,2% en el año. Este énfasis en los logros, por más modestos que sean, es parte de una estrategia comunicacional que intenta mostrar que su gobierno está en camino de sacar al país adelante. La narrativa es clara: aunque el camino es difícil, la economía está empezando a responder.

Pero Milei no está solo en esta campaña por mejorar la percepción de la situación económica. Su aliado político, el expresidente Mauricio Macri, también ha salido a marcar que el repunte económico está en marcha. En una reciente entrevista, Macri enfatizó que el cambio ya se siente y que las políticas de Milei están comenzando a dar sus frutos, en un claro respaldo discursivo que busca unir a ambos líderes en un mismo relato de recuperación. 

Para Macri, este discurso no sólo refuerza la figura de Milei, sino que también posiciona a su propio espacio político como el impulsor de un giro positivo en el país.

Cifras en conflicto

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de octubre de 2024 muestra algunos signos positivos que Milei y su equipo han intentado capitalizar, el mismo registró una caída de 3,8% en la comparación interanual y un incremento de 0,2% respecto a julio en la medición desestacionalizada (téngase presente que este indicador refleja datos de agosto) . La pesca, uno de los cinco sectores que mostró crecimiento interanual arroja una cifra positiva del 17,1%,o la explotación de minas y canteras con 6% para el mismo periodo.

Distinta situación se reflejó en los otros 10 sectores de la economía que conforman el mencionado indicador, rubros como la construcción, el comercio minorista y mayorista o la industria manufacturera parecen no repuntar mostrando valores de -18%, -7.9% y -6.7% respectivamente.

Así las cosas, otros indicadores de consumo como por ejemplo, el de carne vacuna, indican que en septiembre el consumo fue de 47,5 kilos per cápita, un 10,9% menos que en el mismo mes del año pasado, resultando el valor más bajo en 26 años, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).

En cuanto a los patentamientos de automóviles la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que el número de vehículos patentados durante octubre de 2024 ascendió a 44.126 unidades, lo que representa una suba del 5,2% interanual, aun así, el acumulado de los primeros 10 meses de gobierno mostró un patentamiento 9.9% menos que el mismo periodo de 2023.

Este panorama mixto plantea un desafío en la construcción de un relato coherente y optimista, ya que la recuperación económica es aún parcial y no impacta en el bolsillo de todos los ciudadanos, aun cuando la baja de tasas ha mejorado las condiciones de financiación en los últimos meses.

La estrategia comunicacional de Milei se enfrenta, entonces, a una paradoja: necesita maximizar cada indicador positivo y convertirlo en una señal de esperanza, sin dejar de reconocer las dificultades. Para la sociedad, es fundamental percibir que los logros económicos van más allá de estadísticas puntuales y se traducen en beneficios reales, como una baja en los precios o una mejora en el empleo, algo que por ahora sigue siendo incierto.

La narrativa conjunta de Milei y Macri, en búsqueda de indecisos

La colaboración discursiva entre Milei y Macri busca construir una narrativa sólida de cambio y optimismo. Ambos líderes apuntan a consolidar una visión de gestión eficaz y recuperación, en la cual los éxitos económicos, aunque moderados, son presentados como pruebas de que se está en el camino correcto, prueba de ello fue la "celebración" del presidente en su cuenta de X al título de "se terminó la recesión" y el reposteo de una publicación de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que daba cuenta que las ventas pyme de octubre registraron un aumento interanual del 2.9%. Macri, con su experiencia como expresidente, intenta reforzar la figura de Milei como el líder que puede llevar a cabo este cambio, apoyando sus logros, y los de su equipo económico, y marcando un contraste con gestiones anteriores.

Este alineamiento comunicacional es clave en un contexto donde Milei necesita mantener su base de apoyo y captar a sectores indecisos. En tiempos de crisis y polarización, la percepción de un gobierno que avanza puede ser suficiente para contrarrestar las críticas y asegurar una imagen de liderazgo fuerte. Sin embargo, para que esta estrategia funcione, Milei deberá responder a las expectativas con resultados tangibles que respalden su relato.

La urgencia de resultados

La comunicación de Milei y el apoyo de Macri reflejan una necesidad compartida de construir un discurso que genere confianza en el futuro de la economía. Ante la caída de la popularidad y el escepticismo de una gran parte del electorado, las "buenas noticias" se convierten en un recurso fundamental para sostener la imagen de su gestión. Pero la pregunta persiste: ¿será suficiente la comunicación para compensar la falta de mejoras palpables en la vida cotidiana de los ciudadanos?

Mientras los números económicos sigan siendo ambivalentes, Milei se enfrenta a una carrera contra el tiempo en la que cada indicador positivo debe ser aprovechado al máximo. La comunicación, en este escenario, no es solo un canal para informar, sino una herramienta estratégica que intenta sostener una gestión que aún busca cumplir las expectativas de cambio y progreso.

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