Economía

Acercándonos a la hora de la verdad para salir del cepo cambiario

Tanto el presidente Javier Milei, como el ministro de Economía, Luis Caputo se han mostrado cautelosos a la hora de predecir cuándo se producirá la salida del cepo cambiario, centrándose en los avances realizados para lograr las condiciones necesarias para ello.

Juan Pablo Rotger
Analista macroeconómico en Mariva Research Licenciado en Economía UBA, maestrando en UTDT, lleva cinco años trabajando en consultoría macroeconómica. Especializado en temas monetarios y financieros, con un enfoque multidisciplinario

Tanto el presidente Javier Milei, como el ministro de Economía, Luis Caputo se han mostrado cautelosos a la hora de predecir cuándo se producirá la salida del cepo cambiario, centrándose en los avances realizados para lograr las condiciones necesarias para ello, aunque Milei dijo algo diferente esta semana.

El presidente afirmó que, aunque no se cumplieran esas condiciones, igualmente podría levantar los controles de capital, si tuviera dinero, lo que implica un colchón de reservas internacionales netas. Por su parte, el ministro Caputo confirmó que obtuvo un préstamo a casi tres años con bancos privados, en forma de Repo por 2.700 millones de dólares; si bien en principio se utilizará para hacer frente al pago de capital de la deuda a los bonistas en enero, el dinero es fungible, por lo que esto dará efectivamente un respiro muy necesario a las arcas del BCR. Si el Fondo (FMI) se suma, la salida del cepo puede ser más rápida, dijo Caputo a los inversores. El Gobierno esperaba nuevo acuerdo que pudiera aportar dinero fresco, pero las negociaciones parecen haberse enredado, por lo que el ministro indicó que una eventual nuevo acuerdo para el FMI no se producirá hasta el año que viene.

El blend tiene que terminar los últimos datos de la balanza comercial publicados por el INDEC mostraron un superávit acumulado de 15.080 millones de dólares en los tres primeros trimestres del año; sin embargo, este valor es engañoso. Gracias al régimen de blend, las empresas exportadoras pueden liquidar hasta el 20% de sus ventas al exterior al tipo de cambio paralelo, lo que significa que casi 12.000 millones de exportaciones no estuvieron disponibles para que el BCRA acumulara reservas. Esto no fue en gran problema durante la primera mitad del año, cuando la dura regulación de los pagos de importaciones, lo equilibró. Pero con la regularización de los pagos de exportación y la reducción de la alícuota del impuesto país en 10 puntos porcentuales y su eventual desaparición 2025, esto ya no será tan así.

La recuperación de la actividad económica y la apreciación del tipo de cambio real empujarán aún más al alza las importaciones. Además, la gran reducción de la brecha cambiaria disminuye las ganancias del blend para el exportador. Será un poco más difícil para el BCRA poner su stop de reservas a través de la compra de dólares. Creemos que este régimen tiene los días contables un tipo de cambio flexible con competencia de monedas. Argentina se ha caracterizado tradicionalmente por el miedo a la flotación debido al alto pass through a precios de una devaluación. Es interesante, por tanto, que el gobierno se sienta confiado por primera vez para comprometerse con un tipo de cambio flexible. Tanto Milei como Caputo lo han dicho recientemente; además la puesta en marcha del esquema de competencia de monedas comenzó con el éxito del blanqueo que ha aportado más de 12.000 millones de dólares en divisas frescas a la economía. 

En el corto plazo la economía argentina tiene todavía mucho espacio para remonetizarse en pesos, por lo que la dolarización endógena que anticipa Milei no se verá por un tiempo; mientras haya pesos disponibles prevalecerá la ley de que el dinero malo expulsa al bueno. Sin embargo, con un régimen de tipo de cambio flexible todo puede suceder.

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