Historia

A 50 años de una de las mayores hazañas del remo mendocino

En diálogo con Federico Kahr, homenaje a él y a los protagonistas del primer triunfo que trajo a Mendoza el equipo de remeros del Club Mendoza de Regatas. La fotogalería y el recuerdo de los pioneros.

"Si bien es la víspera de una fecha patria, ningún remero deja de gritar '¡viva la Patria!', para el remo mendocino es también una fecha gloriosa". Así lo afirma Federico Kahr, uno de los remeros que hizo historia y que la sigue haciendo en Mendoza. Es que un 24 de mayo de hace 50 años se consiguió el primer campeonato argentino de remo para el Club Mendoza de Regatas y nada menos que en el "ocho largos". Sucedió contra de los pronósticos de las personas más encumbradas del remo de aquel entonces, entre ellos el campeón mundial Alberto Demiddi.

Kahr, en diálogo con Memo, recordó que "esa fecha marca un antes y un después para este deporte, ya que este triunfo, no es solamente la regata misma, de la cual el río Paraná fue testigo, sino que trae consigo el fervor de romper mentalmente el logro de llegar triunfalmente a los 2.000 metros, y esto catapultó al remo mendocino y a los remeros a conquistar metas superiores y obtener triunfos en aguas internacionales, y traer preseas tanto de campeonatos argentinos, sudamericanos, panamericanos, europeos, olimpiadas, y campeonatos mundiales".

Para entender mejor esto, el recuerdo lleva al nombre de Jorge Imperiale Mac Lean, "el maestro", quien llegó al Club Mendoza de Regatas en 1961, después de haber participado como remero en los Juegos Panamericanos. Se hizo cargo de la rama del Remo y comenzó su labor: no solo se encargó de formar remeros, sino también de conducirlas a prestarse como personas de bien y con camaraderismo, algo que aún perdura en toda aquella generación, "los remeros que logran triunfar en la vida y en la amistad", tal lo detalla Kahr. Por ello existe la "barra de Remo", donde la mayoría aun participa en remo master, compitiendo todos los años en los sudamericanos principalmente, y también en otras competencias, como Henley en Inglaterra denominada dicha cancha como la cuna del remo.

Aquel triunfo de hace 50 años no fue solo el halago de aquellos 8 remeros y su timonel -entre quienes se hallaba Kahr- sino que significó el "campeonato de todos", de una generación de jóvenes que creció y se formó con una mística de equipo y de trabajo compartido solidariamente, de la ética en la competencia y del rechazo a la trampa y de las ventajas antirreglamentarias, y que fueron parte de la herencia de aquel maestro, que tuvo impacto en muchas generaciones de remeros mendocinos que se sucedieron a lo largo de todos estos años", según define hoy nuestro entrevistado y, a la vez, homenajeado Federico Kahr, que ejerce la función en la vida particular como cónsul de Austria en Mendoza.

"Donde nadie podía creer que de un lago de extensión máxima de 700 metros se pudiera lograr vencer en la distancia oficial del remo, 2000 metros, sin poder practicar con esa distancia y los entrenamientos, en aquel entonces, exigían practicas sobre distancias mayores", recuerda.

"En aquellos años -prosigue- el encumbrado entrenador de Alemania de remo, Carl Adams, se hizo famoso por sus éxitos en las olimpiadas de 1968, y había desarrollado una técnica denominada interval training".

El maestro local, Jorge Imperiale, concurrió a unas clases dictadas por este. Esta nueva técnica, consistía en realizar el esfuerzo tramos más cortos, de 500 metros en forma repetitiva, de la misma forma que lo hacen en otros deportes, principalmente los maratonistas y boxeadores.

"Indudablemente -relata Kahr- con el éxito obtenido de este Campeonato Argentino, contra encumbrados contrincantes, este entrenamiento demostró su efectividad y así Jorge Imperiale y sus remeros vuelven gloriosos de Santa Fe", cuyos integrantes fueron Federico Kahr, Ricardo Álvarez, Jorge Baccarelli, Hugo Reos, Néstor Rodríguez, Eduardo Maya, Daniel Basile, Fernando Álvarez, Ricardo Piccolo y como timonel, Ricardo González, que logran superar la mentalidad de que es una distancia, tabú e imposible para remeros de este lago.

La cena de festejo con el equipo ganador de fondo y la copa.

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