Los rubros del gasto público que explican el paso del déficit al superávit
El Instituto Argentino de Análisis Fiscal, elaboró un informe con los datos sobre los rubros que más ajustó el gobierno en 2024, para alcanzar el superávit fiscal
Según el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, el superávit fiscal acumulado en los primeros 8 meses del año es equivalente al 0,35% del PBI. ¿Cuáles fueron los que más ajustaron sus gastos?
Del análisis de la ejecución presupuestaria base caja del Sector Público Nacional no Financiero (SPNNF) del mes de agosto, surge que los ingresos totales tuvieron una variación interanual real negativa de 14%.
Según el Iaraf esto obedece a que los ingresos tributarios descendieron un -11% real interanual y la baja de los ingresos no tributarios fue de un -40% real interanual.
Por el lado del gasto primario, se registró un 23,7% real interanual de reducción y como resultado, el déficit primario se transformó en un superávit primario de $900.000 millones.
Además, el informe indica que el gasto en intereses bajó 23,4% en términos reales (descontando inflación) respecto al mismo mes del año pasado.
En efecto, el déficit fiscal pasó de $754.000 millones en agosto de 2023, a un superávit de $3.500 millones al cierre de agosto de 2024.
El ajuste por rubros
En el acumulado de 2024, según el informe del Iaraf, se aprecia que 14 de los 16 componentes del gasto público para la administración nacional, tuvieron descensos en términos reales.
La excepción fue el gasto en asignaciones universales para la protección social, que subió 21% y prestaciones del INSSJP (Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados), con una suba del 0,7% .
Los gastos que más cayeron fueron: transferencias de capital a provincias (-97%), inversión real directa (-73%) y transferencias corrientes a provincias (-70%).
En el acumulado de los primeros ocho meses, el gasto público nacional base caja bajó $25,9 billones en pesos constantes de agosto, respecto a 2023.
El informe concluye en que de aquellos gastos que cayeron, jubilaciones y pensiones soportaron el 26% de la reducción total; la inversión real directa el 15%; las transferencias a provincias el 14%; subsidios a la energía el 11% y salarios el 8%, entre rubros los más importantes.