Entrevista

Malamud: "La gente pide agua helada si siente calor o caliente, si tiene frío, nunca tibia"

El politólogo Andrés Malamud habló sobre la nueva articulación de la política en la sociedad, la cual ya no elige partidos tradicionales pero rescató la importancia de estos en el gobierno de un país: "Sin un partido, los presidentes no pueden gobernar", señaló en "Tenés que saberlo".

La actualidad trae consigo una modificación de las estructuras de poder de la política y el politólogo Andrés Malamud analizó la realidad que atravesamos como sociedad. En diálogo con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, el especialista se refirió a la ruptura de los partidos políticos tradicionales.

"Es algo que está pasando en buena parte del mundo. En Francia hay un sistema político tradicional, con partidos históricos como el socialismo o el comunismo y en este momento el presidente Emmanuel Macron lidera un partido que inventó él hace 8 años. Enfrente tiene un partido de derecha que también es reciente, tiene un par de décadas; y del otro lado tiene una coalición de partidos de izquierda, que el más importante se llama "Francia Insumisa", nada que ver con el socialismo ni el comunismo, es una fuerza nueva. Lo que se observa en las democracias del mundo actualmente es un nivel de insatisfacción altísimo, y esa insatisfacción no termina con los partidos, sino con los viejos partidos", analizó Malamud.

Sin embargo, el politólogo señaló que los partidos siguen siendo "la única herramienta que conocemos para gobernar sociedades de masa": "Pero los partidos que había a la gente no le gustan como antes y eso es lo que algunos como Milei llaman "la casta", le pone una etiqueta a todo lo viejo y trata de inventar algo nuevo. Y en estos días lo que vimos es que eso nuevo tiene que ser un partido también, porque sino pierde todas las elecciones en el Congreso. Sin un partido, los presidentes no pueden gobernar", explicó.

Frente a esto, Malamud señaló que vemos una fluidez permanente en donde en se crean permanentemente nuevos partidos para sustituir a los viejos: "Rápidamente, porque el ciclo de la impaciencia se aceleró por las redes sociales y el rejuvenecimiento de los electorados, esos nuevos partidos también caen en desuso y a la gente empiezan a disgustarle también y busca otros. Esta es la novedad de la política de estos tiempos: ya no vemos un péndulo como antes, una oscilación entre un punto y, cuando no satisfacía, el otro. Lo que vemos es una fuga hacia adelante: la gente está siempre buscando novedad, no está volviendo al pasado cuando fracasa el presente".

Malamud marcó que el presidente, por intermedio de su hermana, está intentando formar su propio partido con la compañía de la familia Menem: "Lule que es su mano derecha, y con Martín, el presidente de la Cámara de Diputados. Si hay algo tradicional en la política argentina, es la familia Menem. Esto no es una crítica, es una descripción: para construir nuevos partidos, hacen falta aquellos líderes y dirigentes que saben cómo se hace un partido, cómo se gobierna. Esto es antipático, la gente quiere cosas nuevas, pero lo nuevo será el partido, no la dinámica partidaria. La dinámica partidaria es la rosca, la competencia y la rosca, la interna, la competencia electoral general, y la rosca son las negociaciones, sin las cuales no hay democracias, la democracia es un sistema que deja insatisfechos a todos. Para conseguir algo, hay que entregar algo, eso es la rosca y a la gente le puede disgustar cuando está pasando mal, pero en este momento la gente deposita sus esperanzas en el presidente, no en el partido del presidente, por eso la elección del año que viene es una incógnita".

En el contexto internacional, el politólogo colocó el ejemplo de los Estados Unidos y señaló que la ideología cada vez importa menos, no así los valores: "De un lado defienden la sociedad tradicional, que en EEUU se enarbola en el rechazo al aborto; y del otro lado defienden la libertad individual, que en EEUU significa la aceptación del aborto. En Argentina, esos valores los encarna sobre todo la vicepresidenta más que el presidente: Milei habla de economía, la vicepresidenta habla de valores. Identidad, justicia completa, viene con banderas que no son económicas. La gente busca las dos cosas: valores en los que se sienta referenciado pero sobre todo comer. La fórmula presidencial le ofreció las dos cosas, valores y estabilidad económica.Con el tiempo lo que está viendo es que la estabilidad llega pero no es suficiente, la gente empieza a preocuparse menos por la inflación y más por la pobreza y el desempleo, que es la novedad de este año".

Malamud explicó que los diferentes sectores del gobierno podrán mantenerse unidos dependiendo de la situación económica: "Si la economía aguanta, si no hay una devaluación abrupta. Estos dos extremos tienen un enemigo en común, que es lo políticamente correcto: la cultura woke, de la cancelación, de la identidad de género, de la defensa de libertades individuales a costa de los valores tradicionales. Contra la izquierda, contra el globalismo, contra el comunismo, que no existe más pero lo definen como enemigo, están cómodos juntos. Ahora, si la economía se rompe, la gente les va a pedir más que valores, más que discurso".

El politólogo señaló que el punto medio no existe y que quienes piensen desde ahí conquistar la política y gobernar, no están leyendo el mundo: "La gente lo que busca es definición, nitidez, saber de qué color sos, de qué temperatura, sos agua fría o caliente, no quiero agua tibia, no me sirve para nada. Hay que captar a la gente moderada, a la del centro, pero lo haces desde una identidad, desde un lugar, no desde un no lugar, que es aquel que ocupó Rodríguez Larreta. El péndulo describe correctamente la historia argentina, quizás ya no describa el presente argentino. Milei es la demostración de que el electorado no elige volver hacia atrás cuando falla la nueva opción, va para adelante, elige algo nuevo, está hasta de lo que fracasó. Y esto es porque se aceleraron los ciclos políticos: Cristina y Macri fracasaron en la misma década, la segunda del siglo XXI, del 2011 al 2023 gobernaron Cristina, Macri y Alberto y todos fallaron, la gente no va a buscar allí entre los que fallaron, va a buscar afuera. Si Milei fracasa, habría que buscar qué otros locos están apareciendo como propuesta superadora de este que no funcionó".

Finalmente, Malamud señaló que el kirchnerismo "fue mucho más institucional de lo que muchos piensan" y que fue "una tragedia económica": "Políticamente perdieron todas las batallas: perdieron contra el campo, contra Clarín, contra el adversario que sea. No pudieron conseguir ninguno de sus grandes objetivos. Después del 54% de Cristina en 2011 dijeron "vamos por todo" y se quedaron sin nada. Tienen la provincia de Buenos Aires, que es una provincia ingobernable, que está naturalmente mal gobernada. 40% de la población, 20% de los recursos de la coparticipación, está condenada a gobernarse mal. El gobernador es Kicillof, que es un peronista honesto como todos reconocen, pero ya lo vieron como ministro de Economía, ¿por qué iba a ser mejor gobernador de una provincia ingobernable?", concluyó.

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