La Picada

La verdadera duda de los senadores mendocinos detrás de la postulación de Lijo

Parece una duda dudosa, pero se trata de una indefinición condicionada, aun cuando los tres senadores tengan una clara certeza en torno a quién es Ariel Lijo. ¿Quién es el "padre" de Lijo? ¿El Espíritu Santo?

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Días atrás el gobernador Alfredo Cornejo manifestó, sobre la postulación del juez federal Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación una frase que construyó en forma inteligente, para no definir nada: "Nos genera confusión la candidatura del Lijo, pero no tenemos una posición definida para hacerla pública todavía, con lo cual no vamos a dar una respuesta de una posición pública".

Igualmente destacó que desde la misma Corte trasciende "que ve con malos ojos la postulación del Lijo".

Pero claro, en la Corte hay quienes lo apadrinan, como parece ser el caso de Ricardo Lorenzetti, y los que -como ya sabemos- no dicen nada, pero se intuye su pensamiento.

La cúpula de la UCR no pudo unificar una postura sobre Lijo y García Mansilla

De quienes no vale intuir nada, sino que se requiere precisiones es de quienes tienen que darle (o no) el visto bueno. En tal sentido, los tres senadores nacionales por Mendoza, Rodolfo Suarez, Mariana Juri y Anabel Fernández Sagasti se han declarado, con sus respuestas y/o silencios, "militantes de la duda".

Cornejo le dio forma de declaración pública. Suarez y Juri (que conforman un tándem de radicales capitalinos de Mendoza, en coordinación con el Gobernador) prefieren el silencio público. Y Anabel Fernández Sagasti, la persona más cercana a Cristina Fernández de Kirchner, reaccionó de una manera muy similar a la del mandatario provincial en sus antípodas, cuando evadió la respuesta ante los medios porteños afines señalando que se enteró de la postulación "por la publicación en el Boletín Oficial".

Ante tanta "dudosidad" sobre un tema que, a esta altura, parece no admitir matices, que es blanco o es negro, como resulta todo lo que sabemos el resto de los argentinos en torno a Ariel Lijo y sus circunstancias, lo que queda en superficie como único alimento de tal actitud que unifica a los radicales y a la peronista es que los impulsores de tal postulación no han hablado con ellos.

Hay en esta edición un análisis de Silvia Mercado que despeja algunas dudas y que permiten tomar esa posición tan evadida hasta ahora por los tres senadores mendocinos: dice algo que es verdad, como que quien lo impulsa es un tal Santiago Caputo, quien formalmente no es nadie en la estructura del Gobierno, y que Javier Milei no ha dicho "esta toga es mía" a la hora de pronunciar el nombre de Lijo. ¿Quién es el padre de lijo? ¿El Espíritu Santo?

El caso de Mariana Juri, integra la comisión que debe definir el ascenso (o no) del actual juez federal. Escuchó atenta cada una de las palabras cuando rindió examen ante el Senado y fue testigo directa de cómo dos senadores lo pusieron incómodo y se exhibieron sin dudas sobre por qué no debe pasar a la Corte: la radical santafecina Carolina Losada y el libertario (hoy en el limbo partidario) Francisco Paoltroni.

Es verdad que no ha firmado el dictamen de la comisión, pero también es cierto que no hay plazos para hacerlo. Y en estos casos, el apuro -cuando ni siquiera Milei ha puesto la cara (ni ninguna otra cosa) para impulsar a Lijo- no sería un buen camino.

En ese orden de cosas, todo sugiere que ni Fernández Sagasti, que habla por ella, pero también por Cristina Kirchner, a quien jamás de los jamases contrariaría, ni Suarez y menos, Juri, tienen dudas sobre lo que opinan en torno a Lijo. La primera puede representar a un sector que se vio beneficiado por el nominado; los otros pueden que no lo quieran (si es que se puede hablar del tema en esos términos), pero los tres dudan de exagerar el interés por Lijo cuando ni siquiera lo ha manifestado alguien con importancia institucional dentro del Gobierno de Milei. 

Lijo, juez de la Corte: ¿por y para qué? (en 100 palabras)

Es cierto lo que dijo el jefe, pero no líder de la UCR, Martín Lousteau: están discutiendo la oferta que un monotributista allegado al poder le hizo a Lijo (y también al otro postulante, Manuell García Mansilla), como es el caso del misterioso Santiago Caputo.

Allí está la validez de jactarse de la duda, y no dudar sobre si Lijo es apto o no para el cargo. Es que no se sabe realmente quién lo quiere allí y para qué.

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