Sacar la cabeza del agua: cómo pensar alternativas desde la gestión pública
El tecnólogo y divulgador científico Esteban Tablón propone adoptar herramientas de Inteligencia Artificial para poder pensar más allá dela pandemia y su circunstancias y repercusiones.
El mundo está en pausa. Una larga pulseada entre un peligro sanitario relativamente tangible y un freno a toda actividad humana, no sólo económica sino social, cultural, personal, en fin, total. (Más allá del aluvión informativo, las cifras tienen algo de extrañamente pequeño y errático frente a las millones de muertes "habituales" por otros motivos que ocurren todo el tiempo).
En esta contingencia, inusitada e inaudita, en el sentido de que no ha sido experimentada nunca antes en el mundo moderno, toda la atención parece dividirse entre dos factores: lo sanitario vs lo económico, pero otra vez, con una particularidad bastante única también en esta ocasión. La medicina, y la epidemiología en particular, ha perdido su aura de exactitud y determinismo, generando infinitos análisis, enfoques, posiciones no solo divergentes, si no muchas veces opuestas. Alternativamente, lo contrario ocurre con los análisis económicos que, generalmente muy divergentes, hoy coinciden en el vaticinio de una virtual catástrofe económica mundial, ya se trate de países con cierta planificación, como Alemania, o la desafortunadamente aludida Suecia, o en los que no parecen tener plan alguno, como Brasil o México.
Puestos a pensar en lo que viene, deberíamos sumar otro factor, también extraordinario y nunca antes presente en los asuntos humanos. Me refiero al variado inventario de nuevas herramientas, genéricamente incluidas bajo la denominación de "Inteligencia Artificial".
Es que, despojando el cuadro de la dolorosa -y real- implicación en términos de muerte y dolor humano, resulta en un problema muy interesante y altamente complejo. En primer lugar, es uno de los desafíos más polifacéticos, multidisciplinarios y complejos de la historia. Ése es un factor que lo hace en principio particularmente apropiado para la aplicación de análisis en donde las técnicas de inteligencia artificial ya han demostrado ser sumamente perfomantes, y de alto valor agregado.
En principio, creo que la sociedad, y los gobiernos en particular, deberían estar activando un sector pensante alternativo, no ya para la administración de la contingencia, que por lo confuso e impredecible del cuadro mundial requiere, se ha dicho ya, ir reaccionando prácticamente día a día, en algo que se parece mucho a ir "sacando la cabeza del agua", y constituir un grupo con recursos intelectuales para pensar en el después que, necesariamente deberá incluir soluciones innovadoras, no tradicionales, ante una situación que es, como reflexionábamos antes, completamente atípica para al menos las dos últimas generaciones, y con unas condiciones de entorno completamente novedosas.
Ya que la naturaleza, golpeando en un flanco altamente vulnerable del actual modelo económico y tecnológico mundial, nos ha obligado al experimento de paralizar un mundo que estaba hiperconectado en su máxima expresión histórica, será un error peligroso, diría imperdonable, gestionar la reapertura de la economía, la sociedad, la cultura humana en realidad, sin aprovechar este parate para repensar inteligentemente las cosas con una profundidad y alcance que, préstese atención a este punto, nunca hubiera sido posible sin este "experimento" forzado de la completa inmovilización, en seco, de toda inercia cultural, económica o social.
Existe, por ejemplo, una práctica no muy difundida aun, pero de la que las gestiones podrían obtener un altísimo rédito, llamada "Digital Twins", una de las tecnologías más disruptivas de la revolución industrial 4.0. Se trata básicamente, de reunir (en un Data Lake) la información relevante del funcionamiento de una organización, determinar sus interacciones, y generar un modelo virtual a semejanza del real. El concepto es simple, aunque su implementación requiera cierta complejidad. Concretamente, esto permitirá armar los escenarios, ensayar decisiones, jugar estrategias, y simular los resultados, con la muy evidente ventaja de que, el número de muertos, o de perdida irreversible de empleo, o de gente llevada a la miseria serán sólo una pesadilla virtual, que nos permitirá, con alivio "barajar y dar de nuevo". Es la oportunidad soñada, de proyectar un futuro, y si no nos resulta, volver atrás y tomar otras decisiones. Y hoy es posible.
Esto nos lleva, entre otras, a la oportunidad de prácticamente refundar nuestra sociedad a partir de comunidades más inteligentes, más racionales, en definitiva más humanas, tomando la iniciativa de aprovechar los muy desarrollados conceptos de las prácticas de "Smart Cities", para una implementación mucho más rápida y eficaz de lo que hubiéramos soñado posible antes de esta contingencia. En última instancia, la organización mas exitosa en los tres millones de historia del ser humano han sido las ciudades, ni muy pequeñas como para perder variedad mínima, ni muy grandes como para exceder la complejidad manejable y perder toda identidad y manejabilidad. Básicamente, mantener la escala humana. El camino de megaciudades ha llevado a la desigualdad extrema, las villas marginales, el abandono del campo y pueblos, enajenación masiva, corrupción pública y privada, y finalmente, se ha hecho patente ahora, extrema vulnerabilidad sanitaria, por lo antinatural que es reunir apretadamente a millones y millones de personas en estos conglomerados, abandonando enormes extensiones de la tierra completamente aptas para vivir, si así lo decidiéramos. Menciono al pasar, que también el fenómeno de las fronteras estatales excesivamente cerradas y xenófobas a veces anacrónica hipertrofia de antiguas homogeneidades raciales hace largo tiempo perdidas en este mundo hipercomunicado , como otra veces antinaturales definiciones "geopolíticas" (recuerdo el esperpéntico experimento de Yugoslavia), claramente no estaba funcionando, sino que está resultando un peligroso corsé y generando conflictos que, a poco que lo pensemos con cierta distancia, son completamente artificiales y sólo funcionales a intereses concentrados de pocos. Postulo desde aquí que, luego de esta experiencia, los poblados y ciudades de tamaño razonable, humano, deberán tomar mucho más protagonismo, mayor autonomía, estar más en el manejo de los recursos. He experimentado vivir en un poblado en el que la gente conoce personalmente al intendente, los concejales, los jueces y al comisario. Se imaginarán lo mucho más racional que resultan, la ocupación real y concreta por el medio ambiente, el conocimiento de toda situación de crisis o emergencia, la sensación de estar en el mismo barco. Imaginemos si a esto se suman tecnologías de Ciudades Inteligentes....
En síntesis, existen hoy tecnologías del conocimiento como para encontrar la salida óptima, o sea, todo lo buena que pueda ser, de este laberinto, que sería imperdonable ignorar. Adicionalmente, tenemos bastante claro qué parámetros debemos tener en cuenta para esta oportunidad de reapertura que podríamos convertir también en una refundación de nuestras estructuras y comunidades. Despertar de la larga noche en un países más lógicos, permeables, en última instancia viables, en comunidades mas inteligentes, con mayor cuidado por el ambiente, más racionales, menos vulnerables, mejores.
La oportunidad está allí. Depende de nosotros tomarla
"Yo soy de hoy y de ayer -dijo Zaratustra-;
pero en mí hay algo de mañana,
de pasado mañana y de lo por venir."
Friedrich Nietzsche.