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El tango, entre compadres y compadritos

La Fundación Bologna Mendoza invita a una "Noche de tanto" para celebrar el Día del Padre Sanmartiniano.

El tango no es un baile, sino una obsesión. Para el "tanguero" es tan importante como comer y dormir. Apasionado y sensual, inquietante y melancólico, involucra no sólo al cuerpo sino también al alma.

Durante el período de gestación del tango, la identidad de la metrópoli apenas comenzaba a formarse. En los barrios de las afueras y en los arrabales, donde la ciudad se encontraba con el campo, la vieja Argentina criolla sobrevivió más que en los barrios de la ciudad, que crecían rápidamente. Un típico personaje del arrabal era el compadre, por lo general muy respetado; era un prototipo semiurbano que solía ganarse la vida como conductor de carretas o llevando ganado de la pampa hasta el frigorífico. A pesar de que el mundo del gaucho ya no existía más, algunas de sus características continuaron vivas en los compadres suburbanos: feroz independencia, orgullo masculino y una marcada inclinación por resolver los asuntos de honor con el cuchillo.

En las últimas décadas del siglo XIX, los llamados compadritos fueron mucho más numerosos que los compadres. El término no era particularmente un elogio. Eran hombres jóvenes, la mayoría pobres y nativos del país, y se proponían imitar los gestos y las actitudes de los compadres- algunos de los cuales hacían gala de una fuerte personalidad-, lo que a veces hacían de forma muy exagerada. Por lo general su lenguaje era tradicional y criollo, sin gran influencia de la inmigración. Se pueden describir como rufianes, reconocibles por su uniforme compuesto por un sombrero gacho, un pañuelo atado flojamente alrededor del cuello, botas de tacón alto y cuchillo en el cinturón. A pesar de su desdén por la ley los compadritos no eran criminales.

El colorido mundo del arrabal se encontraba a pocos kilómetros de distancia de las suntuosas mansiones y los engalanados restaurantes del centro y del norte de Buenos Aires, pero socialmente, sin duda, era otro mundo. Quizá no hubo razón alguna por lo que esta particular mezcla de gente, esta cultura transitoria, pudiera encender la chispa de una danza de prestigio internacional y de una maravillosa tradición de música popular.

La Fundación Bologna Mendoza realiza un espectáculo denominado "Noches de Tango... clásicos del recuerdo", el próximo sábado 24 de agosto a las 21.30 en el salón de la Casa del Maestro, Alem 184 de ciudad. Se trata de un espectáculo solidario para recaudar fondos y poder seguir realizando las variadas actividades culturales sin costo como se han venido realizando hasta ahora.

La Noche de Tango estará a cargo del tenor Marcelo Da Cortá y del reconocido pianista Mariano Colombo. Los lugares son limitados y conviene reservar con tiempo al whatsaap 261 3868676.

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