Opinión

Cauta esperanza

Los empresarios nucleados en la UCIM dan cuenta de sus perspectivas. Una nota del presidente de la entidad, Daniel Ariosto.

Daniel Ariosto

En los últimos tiempos, los economistas han pasado a ocupar un lugar muy destacado en la opinión pública.

Dado que el presidente Milei se autodefine como economista y tiene metas claramente económicas, quienes consumen medios de comunicación o redes sociales, se encuentran permanentemente con contenidos que explican la realidad, que evalúan medidas tomadas y proyectan el impacto que tendrán en nuestra vida. Nunca antes los argentinos estuvimos tan empapados de estos temas.

De hecho, La Libertad Avanza llegó al poder presentando una plataforma de propuestas basadas, casi exclusivamente, en consignas como bajar la inflación, disminuir los impuestos o liberar la economía.

En el marco de las primeras medidas adoptadas por el gobierno, de una profundidad inaudita y crudeza pocas veces vista, la ciudadanía sigue apoyando al Gobierno dada su convicción de que necesitábamos un golpe de timón radical, independientemente del fuerte sacudón que esto ha significado para algunos de los cimientos de nuestra sociedad.

Con idas y vueltas en las decisiones, más o menos apoyo de la oposición y algunas críticas de intelectuales y especialistas, el Gobierno ve con satisfacción la obtención de algunos logros tales como el equilibrio fiscal, la disminución de los índices de inflación, la reciente noticia de una leve recuperación de salarios o cierta respuesta positiva de los mercados ante el levantamiento de algunas restricciones.

Aunque el riesgo país está en niveles altos aún o se sigue registrando una caída de las reservas, el Gobierno se mantiene firme en su dirección. A pesar de que no conocemos un plan integral, el objetivo final parece mantenerse inamovible.

La caída estrepitosa de muchos ítems como construcción, empleo, consumo en todos los sectores, la falta de poder adquisitivo de sobre todo las capas medias y la caída de más argentinos en la pobreza, parecen ser un medio para un fin.

Queremos creer. No podemos evitar sentir una cauta esperanza dado que venimos de un pozo muy profundo y las actuales autoridades han ejecutado importantes medidas, a pesar de solo llevar 7 meses.

Ojalá se puedan ir superando las malísimas condiciones en la que las pymes nos encontramos. Ojalá que las mínimas mejoras de la macro puedan ir acompañadas por una inyección de dinero y actividad para la micro.

No podemos seguir temiendo lo peor. Sabemos que una crisis tan prolongada como la que vivimos desde hace décadas no es fácil de solucionar y necesita de tiempo y paciencia. Queremos confiar en que nuestras autoridades políticas y económicas nos guíen y acompañen, a encontrar el camino que finalmente, nos lleve al despegue de nuestro amado país.

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