Guzmán critica al lobby empresario y cree que todavía es posible un acuerdo

"Cada uno tiene que decidir de qué lado va a estar. Hay mucho lobby estos días hablando de que hay que evitar el default sin aclarar a qué costo", acusó. La situación la había anticipado Gaceta Mercantil hace diez días.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, reveló hoy que continuarán las conversaciones de buena fe con los acreedores privados, que hubo quienes pidieron "pagar algo imposible" y, pese al pobre resultado de la oferta inicial, se mostró optimista de que se llegará a un acuerdo para evitar el "default" antes del próximo día 22.

Sin embargo, insistió en que cualquier nueva propuesta a los bonistas tendrá como marco sus previsiones de "sostenibilidad" en el tiempo.

"Hay chance de que sea posible profundizar el entendimiento con los acreedores para poder resolver esta situación de crisis de deuda que no beneficia a nadie", anticipó en declaraciones a La Nación.

Además, el titular del Palacio de Hacienda cuestionó, como lo hizo el presidente Alberto Fernández el fin de semana, el "lobby" de algunos empresarios. "Cada uno tiene que decidir de qué lado va a estar. Hay mucho lobby estos días hablando de que hay que evitar el default sin aclarar a qué costo", señaló en alusión a la posición de las cámaras empresarias en los últimos días.

El Gobierno extendió hoy hasta el 22 de mayo el "deadline" para negociar con los bonistas privados con títulos bajo legislación extranjera, como había anticipado hace diez días el diario Gaceta Mercantil.

Según fuentes del mercado, la aceptación de la propuesta que cerraba el viernes apenas alcanzó el 13 por ciento, pero en Hacienda aseguran que casi llegó al 20.

El ministerio de Economía expresó hoy en un comunicado su disposición a seguir negociando con los grandes fondos de inversión y a modificar la tasa de interés, la reducción de capital, los períodos de gracia y la extensión de vencimientos para evitar la cesación de pagos.

De la propuesta oficial original surge una estructura de bonos amortizables con tasas escalonadas nunca mayores al 5%, quitas de capital que van de entre 12% y 18% para los papeles más cortos según la moneda, un esquema de "opcionalidades" para elegir los nuevos papeles y diluir el poder de los bonistas, y vencimientos hasta 2047. La oferta argentina a los bonistas implica una reducción en la carga de intereses de 62% (US$ 37.900 millones), un alivio en el stock de capital (5,4% o sea, US$ 3.600 millones) y un período de gracia de tres años (2023).

Los bonistas -nucleados en tres comités- rechazaron la propuesta y la consideraron "unilateral", y cuestionaron los reducidos cupones, el período de gracia y, sobre todo, la falta de amortizaciones hasta 2023.

"Hemos realizado una oferta sostenible de buena fe para resolver una crisis de deuda insostenible que dejó el gobierno anterior, con el respaldo del mundo, incluyendo al FMI. Ha habido reconocimiento internacional a cómo nos hemos manejado. Hubo acreedores que acompañaron. Otros que no, que pidieron que la Argentina se comprometa a pagar algo que le resulta imposible", dijo Guzmán.

"Las conversaciones (con los acreedores privados) siguen. Hemos decidido extender la oferta hasta el 22 de mayo. Pensamos que hay chance de que sea posible profundizar el entendimiento con los acreedores para poder resolver esta situación de crisis de deuda que no beneficia a nadie", señaló. La presentación, con la prórroga oficial, se hizo hoy ante la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC).

"El principio de que la deuda tiene que ser sostenible es infranqueable. Nosotros hemos hecho una oferta que respeta ese principio, y estamos abierto a escuchar alternativas por parte de los acreedores que también lo hagan", agregó en declaraciones exclusivas a este medio.

Luego cuestionó a los empresarios argentinos. "Cada uno tiene que decidir de qué lado va a estar. Hay mucho lobby estos días hablando de que hay que evitar el default sin aclarar a qué costo. Lo que hay que evitar son los endeudamientos insostenibles", dijo parafraseando al Presidente en sus críticas al sector privado.

"En este contexto de covid-19 el Estado está cumpliendo un rol fundamental para mantener a la sociedad argentina de pie", estimó sobre el impacto de la pandemia.

"El sector privado está recibiendo ayuda sustancial por parte del Estado. Sería bueno que se tenga eso presente cuando se habla de la deuda. No hay peor resultado que meterse en compromisos insostenibles que socavan el futuro del país. Nosotros estamos haciendo, lo dijo el Presidente, el trabajo mejor que nadie: no estamos trabajando para nosotros, nosotros estamos trabajando para la Argentina", cerró.

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