Habrá nuevas condiciones para acceder a las conferencias de prensa en Casa Rosada
El vocero presidencial Manuel Adorni enfatizó que el Ejecutivo buscará la "excelencia" para los periodistas que se quieran acreditar en Casa Rosada: "Que les dé orgullo tener acceso".
El vocero presidencial Manuel Adorni anunció que el Gobierno implementará cambios en las conferencias de prensa matutinas en la Casa Rosada, buscando que la acreditación de periodistas sea considerada un privilegio.
En una entrevista en LN+, Adorni explicó que el objetivo es que ser un medio acreditado en la Casa Rosada sea sinónimo de excelencia y prestigio. Esto implicará evaluar a los medios según su alcance y audiencia, y exigir ciertos requisitos a los periodistas, como experiencia y relación de dependencia con los medios.
Adorni mencionó que la intención es "jerarquizar el trabajo de periodista en Casa Rosada" y crear una sala de prensa de élite, donde solo aquellos que demuestren merecer estar cerca del Presidente puedan acceder. Según Adorni, se busca recuperar el honor asociado con estar acreditado en la Casa Rosada. También abordó la reciente decisión de no renovar la acreditación a la periodista Silvia Mercado, enmarcándola dentro de estos nuevos criterios de excelencia.
En cuanto a las tensiones entre el Presidente y algunos periodistas, Adorni defendió el derecho del Presidente a desmentir públicamente a quienes difunden mentiras, argumentando que la administración de La Libertad Avanza no tolerará falsedades que puedan perjudicar al país. Subrayó que, mientras los errores son aceptables, las mentiras deliberadas no lo son, especialmente si provienen de figuras públicas con la capacidad de influir en la opinión pública.
Adorni también restó importancia a las turbulencias económicas recientes, asegurando que el Gobierno tiene un plan claro y que la eliminación del cepo cambiario es una prioridad para fomentar el crecimiento y las inversiones. Respecto a las críticas sobre los viajes al exterior de Javier Milei, Adorni defendió estos viajes como necesarios para promover a Argentina en el extranjero, y desestimó las acusaciones de insultos hacia líderes de otros países, argumentando que no han afectado las relaciones comerciales ni diplomáticas.