En 100 palabras
"Dejame que te averigüe". Y no te averigua
Una corta reflexión: en solamente 100 palabras, qué sucede en muchos organismos públicos, no importa la jurisdicción.
El Estado da por sentado de que todo ciudadano conoce miles de leyes que inventa. Si incumplís, te sanciona.
Antes, llegaba a ser funcionario la persona más capaz y sabia en un tema. Ahora, es cuestión de rellenar casilleros con personas que hay que acomodar.
De tal forma, cuando alguien le pide información precisa y en perspectiva sobre su área, no la sabe, la desconoce. La pide. Le mienten. Se la esconden.
En conclusión: No la da ni la controla. La inercia controla gran parte de las acciones. Solo están, sin transformación ni empuje.
No hay quiebre bueno ni malo.