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Las elecciones internas del PRO y el "efecto mariposa" rumbo al 2025

Las desprolijas elecciones de autoridades en el partido amarillo en Mendoza y la teoría del caos, rumbo a las elecciones de medio término en 2025.

Hernán Bitar

"El que a sello mata, a sello muere" podría ser la frase de cabecera de cualquier apoderado de un partido político, cuando comienza "la rosca" por el armado de frentes electorales rumbo a cualquier elección.

Por eso es que, más allá de las desprolijidades y acusaciones cruzadas por el acto eleccionario en el PRO de Mendoza, el poder de ser el mandamás de un partido y contar con el aval legal para administrar el sello, genera peleas encarnizadas por quedarse con ellos. 

Esto, aunque muchos se escandalicen por lo que sucede en el seno del partido amarillo, alcanza a todos los sectores de cada partido político y define el juego de alianzas y candidaturas. Internismo puro y duro.

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Pero, aprovechando el agite de pasiones de un puñado de mendocinos afiliados al PRO, bien vale analizar el resultado de la interna y entender que, el sello define la suerte y desgracia de sus contrincantes y también del comienza a delinear el juego de alianzas para 2025.

Tal como hemos venido explicando en Memo, la victoria de la "Lista Amarilla" que encabeza Hebe Casado, significará la continuidad del PRO dentro del oficialismo mendocino encarnado en Cambia Mendoza. Si esto ocurre, el oficialismo se verá fortalecido ya que en la actualidad, el radicalismo en soledad lleva el peso de la gestión y las decisiones.

Alfredo Cornejo y Hebe Casado, los líderes de Cambia Mendoza

Además, le permitirá a la vicegobernadora construir un liderazgo propio, con el respaldo del sello partidario. De perder, será sólo una dirigente del PRO dentro de Cambia Mendoza y sus posibilidades políticas podrían restringirse concluido el mandato.

Por el contrario, si gana Gabriel Pradines, de "Propuesta Federal" y delfín del demarchismo, el sello podría tomar dos caminos: Primero, sumarse a lo que quede de La Unión Mendocina, que superada la elección del 2023 sufrió la salida del PD, Partido Libertario y los dirigentes peronistas que se sumaron; o bien explorar una alianza con la Libertad Avanza Mendoza, el partido de Lourdes Arrieta.

Gabriel Pradines y Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y referente de LLA

Lo curioso de la interna del PRO en Mendoza es que a nivel nacional, tanto Casado como Pradines, muestran cierta simpatía y cercanía con las ideas de la libertad. 

Sencillamente no se ponen de acuerdo en cómo organizar una elección y mucho menos en el rol del partido en la provincia: No hay acuerdo entre los sectores sobre si el PRO debe ser un aliado fundamental del radicalismo en Mendoza, como sostiene Casado o dejarlo de lado y ser parte definitiva del proceso de cambio que significa La Libertad Avanza, como parece manifestar De Marchi.

De todas formas, los dos contendientes al sello amarillo están influidos por las decisiones que se tomen a nivel nacional: La presidencia del PRO en manos de Mauricio Macri, supone un partido más inclinado a la derecha liberal, pero sin que necesariamente el intérprete sea Milei. 

En cambio, el sector del PRO que aún responde a la ex titular del partido, Patricia Bullrich, está pidiendo a gritos la alianza con el presidente y líder libertario y además busca apurar el armado de cara al próximo año, para evitar mayores fugas de dirigentes.

Bullrich considera que los gobernadores radicales, deben ser parte del cambio que propone Milei. Macri, "vive en su propia realidad" sostienen algunos dirigentes cercanos que lo conocen y anticipan que "quizás fantasea con volver a ser candidato en 2027" y no está claro el rol del radicalismo en ese eventual armado.

Pero volviendo al plano mendocino, las alianzas, coqueteos y cercanías también generan decisiones fuera de lo lineal: En el caso de La Unión Mendocina y más allá de que el demarchismo se quede con el sello del PRO, los dirigentes del peronismo que la integraron, decidieron "volver a la casita de los padres" espantados por la ola libertaria del ex candidato a gobernador, Omar De Marchi.

Aunque no piensan en candidaturas aún, los peronistas volvieron a mandar algún que otro mensajito por Whatsapp al "promotor de dirigentes justicialistas", Carlos Ciurca y tienen la mente puesta en 2027, cuando creen que volverán a ser opción, vía Matías Stevanato.

Por las dudas, y por si alguien se anima a competir en 2025, surgió un nuevo espacio peronista denominado "Primero Mendoza", conducido por el abogado penalista Pablo Cazabán, en una suerte de escisión de La Unión Mendocina, y que ya anticipó que competirá en todas las categorías electivas el próximo año.

Tampoco se puede perder de vista al Partido Demócrata. Primero, porque fue parte de La Unión Mendocina, pero además, a nivel nacional fue el partido que le dio el sustento legal a La Libertad Avanza, para llevar a Javier Milei como candidato a presidente en 2023.

Armando Magistretti, presidente del partido y la diputada nacional, Mercedes "Mechi" Llano, seguramente no desean perder protagonismo en Mendoza y tampoco relegar terreno respecto al PRO en un eventual armado en conjunto entre libertarios, amarillos y gansos rumbo a las elecciones de medio término.

Con todo, el escenario político en Mendoza está más que abierto rumbo al 2025 y en la actualidad todos los partidos políticos funcionan como sistemas caóticos o con un dinamismo no lineal. ¿O acaso alguien esperaba afinidad política entre el PJ y el Partido Verde en Mendoza?

Con la interna del PRO definida, opinada y quizás judicializada luego de conocerse el resultado este domingo por la noche, veremos a dónde llega el efecto mariposa en el armado de listas y frentes del 2025.

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