Tierra del conocimiento

Eduardo Giro, el hombre que cambió los techos de Mendoza

La historia de un emprendedor e innovador: Eduardo Giro. Una oportuna e interesante charla con su hijo Rodolfo Giro, mentor de la columna "Mendoza, tierra del conocimiento".

Rodolfo Giro

Estimado lector, quiero tomarme la licencia de disculparme de forma anticipada, debido a que esta será una nota singular. El empresario entrevistado es un referente de innovación en su rubro, pero aprovecho la coincidencia de esta fecha para homenajearlo, porque se trata de Eduardo Giro, mi padre.

Eduardo y Rodolfo Giro.

Eduardo nació en Buenos Aires en 1945, sin embargo, se considera tan mendocino como los álamos. Su padre Don Girándolo Giro, italiano de Avelino, se instaló en Mendoza en 1950 abriendo el aserradero que por aquellos años proveyó la madera para los techos de los barrios Bancario y Ferroviario de nuestra ciudad.

Girándolo intentó que Eduardo estudiara abogacía, por lo que él cursó algunos años en Tucumán. Sus comentarios de estas épocas son sobre con orgullo sobre "Universitarios", pero referidos al equipo de Rugby y sobre los vagones de "palos de escoba" que su padre le mandaba y que él vendía en lugar de ir a rendir las materias.

Finamente, terminó sus estudios en Mendoza, pero se recibió de licenciado en Relaciones Humanas. Siempre sintió su llamado "bolichero" y él nunca se presenta como "licenciado". Sobre sus estudios, solo referencia al Liceo y se hizo así mismo en "la escuela de la vida o de la calle".

Si bien heredó la base del aserradero de su padre, la industrialización posterior y su visión comercial es mérito propio que transformaron a Giro S.A.I.C.A, conocida como Maderas Giro, de un corralón de barrio a la primera maderera argentina en exportar madera industrializada a los Estados Unidos.

Tomó control de la empresa a finales de los '60, cuando comienza a escasear la madera de buena calidad. Hasta ese entonces la estrella era el pino Brasil, y otras maderas duras que comenzaron a ser prohibitivas por costo o escasez, sobre todo para la construcción, lo que obligó a que la única opción constructiva era hacer techos planos de hormigón y hierro.

En aquellos años investigando descubre que Europa usaban un sustituto a los tirantes macizos que se hacía con madera empalmada y es así que en uno de sus viajes conoce en Italia el "lamelare", y a su regreso comienza a desarrollar los primeros pasos con las vigas laminadas. Reconoce que el "inapreciable" mérito técnico es principalmente a su compañero inseparable el carpintero Miguel Ángel Ullo, con muchas pruebas y errores, encontraron la forma de eficiente de fabricar vigas laminadas encoladas de madera de pino.  

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Maderas Giro no solo generó el producto, sino también las maquinarias para fabricarlos y estas innovaciones cambiaron la fisonomía de los techos de mendocinos. 

Las vigas laminadas resolvían muchos problemas, hasta ese momento por los sismos y por las inclemencias del clima, los techos de hormigón o de madera maciza no estacionada se levantan o generaban grietas donde se filtraba la lluvia.

Los techos desarrollados por Giro permitieron volver al estilo californiano "a dos aguas" y permitían tramos largos soportando techos de gran envergadura como el Club Mendoza de Regatas del Parque o el ex Círculo Médico. También otro de sus méritos comerciales fue una campaña de marketing con eventos dirigida a arquitectos, algo no muy frecuente en aquellos años. Así las "nuevas" casas de los 80 recuperaron la inclinación en sus techos y la calidez de la madera con un costo menor siendo más livianas, seguras y prácticas.

Eduardo junto a Bruno Giro.

- "En esos años el sector madero argentino, principalmente en Misiones, comenzó a desarrollarse, pero les llevó muchos años industrializarse a los niveles de producto de valor agregado, incluso los ingenieros del aserradero del grupo Pérez Companc viajaron a Mendoza para aprender nuestra forma de hacer las cosas".  

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Sus viajes por el mundo tanto para vender fueron fundamentales, sobre todo para aprender, por ejemplo, a las ferias madereras de Hannover y Milán, así también pudo conocer obras de gran porte hechas estructuralmente de madera en Francia, Alemania e Italia. Esto llevó Maderas Giro al próximo paso.

En los 80 surge un proyecto "imposible": una galería de varias plantas con madera y vidrio, con toda la estructura soportada por la madera y además por vigas de gran porte curvas. Nuevamente con audacia generaron las innovaciones necesarias no solo para construir las vigas sino también los herrajes que mantenían la estructura vinculada, y ese desafío la Galería del Sol de Bariloche.

Luego de esta galería las obras y los techos llegaron a cada rincón del país, los colegios de Nordelta, el emblemático Aeropuerto de Ushuaia, el Shopping Dot, el hotel casino de Catamarca, la estación de Tren de Tigre, iglesias, hoteles, hasta su última obra icónica que fue la estructura y revestimientos de la Ballena Azul, teatro interno del Centro Cultural ex CCK.

- "Hasta que Misiones se volvió competitivo, el pino para producir las vigas lo conseguíamos en el sur de Chile, de los chilenos también aprendimos como vendían en el exterior y copiando su modelo logramos vender no solo en Estados Unidos, Francia, Italia e Israel".

- "Fuimos pioneros en muchos sentidos... recuerdo durante las exportaciones cuando en el tercer embarque en el puerto chileno se dieron cuenta que el origen de la madera era Argentina, no lo podían creer, nos obligaron a comenzar a fumigar los camiones".  

El científico y el mercader

- "Hoy se produce madera industrializada exportable en Misiones, Corrientes y Entre Ríos, pero en aquellos años que fueran molduras de álamo, desde Mendoza que ni siquiera éramos productores parecía un error de la guía forestal".

- ¿Cuáles fueron sus momentos más difíciles?

- Crisis, hubo muchas. Una empresa sin quilombos no es una empresa. La hiperinflación de Alfonsín y 2001 fueron muy difíciles, recuerdo que para ayudar a nuestros empleados comprábamos bolsas de verdura y comida y recuerdo que una vez entraron en la fábrica y nos robaron las bolsas de comida, esos realmente fueron momentos muy difíciles.

- ¿Por qué dejo de operar la empresa?

- Mis hijos tenían vocaciones diferentes, respetando eso, simplemente la cerré.

- ¿Cómo ve el futuro de Argentina?

- Soy liberal de la primera ola, por lo que banco las acciones de Milei, estamos en un mundo en guerra en el que los grandes bloques van a cambiar irremediablemente, si la Argentina se posiciona con el bloque occidental judeocristiano tiene asegurado un futuro optimista.

Estimados lectores, hasta aquí, les dejo la entrevista oficial, pero mi rol testimonial en esta historia, si me lo permiten hace que les pueda contar otros detalles que aun teñidos con los tintes emocionales de un hijo creo que ayudaran a completar la visión de quien a mi juicio es un emprendedor de raza y uno de los hacedores de la Mendoza de hoy,

Eduardo tuvo varios pilares en su trayectoria Maderas Giro no habría sido lo que fue sin Miguel Ullo resolviendo los desafíos técnicos, pero realmente fue una suma de personas trabajadoras y comprometidas que hicieron un equipo que lo acompaño durante muchas años, es difícil poder mencionarlos a todos pero recuerdo desde siempre a Isabel, al ingeniero Pérez, Don Fiore, a Luis, Nora y Viñals, al contador Anta, a Patricio, al "Salas" quien sigue aún hoy haciendo trabajos con mi padre, incluso Elsie Giro, una de sus hermanas que sin ser su socia siempre cuido el "boliche como propio".

Les pido disculpas a los que no nombre porque muchos de ustedes también fueron mis maestros. Todos ellos lo acompañaron siempre en las buenas y en las no tan buenas, siendo factores clave en la creación de muchos de los techos que nos cobijan hoy en día.

Un capítulo aparte es el de su compañera de vida incondicional, Alejandrina, sin la que Eduardo no podría haber desarrollado todo su potencial. "Ale" es fundamental en esta historia y claro fundamental en mi historia, como no voy a salir innovador con un padre tan disruptivo y una madre sexóloga (imaginen lo que fue ser sexóloga en los 80), en fin, Ale otro día seguimos con tu historia.

Eduardo nunca buscó ser políticamente correcto, sin embargo, tuvo una frondosa participación gremial empresaria, participó de los Leones de Las Heras, la UCIM, Fundación Alberdi, Directorio de OSDE, Club de Ski Cruz de Caña, fue presidente de ACDE y del Club de Motos de Enduro de Mendoza.

Deportista extremo desde siempre: rugby, paracaidismo, esquí, andinismo, ala delta, enduro, bici de montaña, windsurf, piloto de avión, en fin, un apasionado en todo, incluso hoy se dedica a la historia tanto que por su labor ha sido reconocido como miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, fue nombrado Caballero de la Orden del Sol en Perú, por su trabajo en hacer conocer las batallas olvidadas de la Gesta Sanmartiniana, sobre todo en virtud de recodar el esfuerzo de patriotas de los 3 países. Además, hoy, preside la Fundación del Regimiento de Infantería de Montaña 11 "Leones Invencibles de Las Heras", desde donde hoy honra a instituciones y personas, obsequiando reproducciones de las obras sanmartinianas del célebre pintor Roig Matóns.

Como ven, su historia no se limita a los techos de madera, lo he visto personalmente rechazar cargos públicos, negocios por no ser de fuentes muy claras, dejar instituciones por contradecir sus principios, salir a defender sus ideas a cualquier costo, un ejemplo de compromiso y honrades extremo.

En fin, les agradezco a Memo dejarme hacerle hoy este homenaje, sin su ejemplo yo no sería el hombre que soy. Feliz Día del Padre para todos.

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