Entrevista

¿Mendoza se olvidó de su Gran Este? Qué se puede hacer para que recupere su ímpetu

El historiador Pablo Lacoste habló sobre el impulso que necesita la zona este de la provincia de Mendoza para poder crecer y salir del estancamiento de desarrollo que atraviesa. Habló con Gabriel Conte y equipo en el programa "Tenés que saberlo", por Radio Jornada.

Desde hace tiempo, la región este de la provincia de Mendoza busca su camino para poder dar el salto y lograr un desarrollo sostenible en el tiempo. El historiador y académico Pablo Lacoste habló con Gabriel Conte, Evangelina Argüello y Hernán Bitar en "Tenés que saberlo", por Radio Jornada (100.1 en la zona este, 91.9 en el Gran Mendoza y 96.9 de Luján), y señaló algunos puntos a explotar por parte del este mendocino.

"He tenido que hacer una autocrítica, de alguna manera he sido un privilegiado dentro del mundo menduco: tuve la oportunidad de escribir 15 libros de Mendoza de distintos temas, del Pehuenche para el desarrollo del sur, del Ferrocarril Trasandino, de los vinos, de la política. Me di cuenta y tomé conciencia de que se me había quedado el este. Me interesé por el Valle de Uco, por la primera zona, por el sur, pero el este se me pasó y es lo que le ha pasado a los gobiernos, a la clase dirigentes, a la clase empresarial", señaló Lacoste.

El historiador mendocino recalcó que la zona este es el lugar en donde Mendoza pasó de ser un lugar artesanal a una potencia de la industria vitivinícola y que no se puede dejar que "el corazón deje de latir": "Hay que pensar que un nuevo modelo de desarrollo y buscar en sus propios recursos, en su identidad, en su gastronomía, cómo puede generar otra actividad. La actividad del turismo, del agroturismo y del enoturismo pueden ser un espacio de desarrollo. El este tiene una identidad propia, no tiene las bellezas escénicas del Valle de Uco o del sur, pero tiene otro lugar".  

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El académico trazó un paralelismo con las series Yellowstone y Café con aroma de mujer: "Montana no tiene los grandes paisajes que hay en otras partes de Estados Unidos, pero tiene una identidad con la gente que fue a poblar ese lugar, sus estilos de vida, sus artesanías, sus valores. Eso tiene su belleza, distinta a la de Nueva York, distinta a la de California. Ellos lo profundizaron y se dieron cuenta que había un tesoro, la serie ha causado furor en el mundo, ya tiene 6 temporadas, 2 precuelas. Entrevisté a varios norteamericanos sobre cuál es el secreto de ese éxito y es justamente dar en la tecla, rescatando la identidad de un territorio que lo habían tenido a un costado, ahí tenemos toda un área para reflexionar. En 'Café con aroma de mujer' pasó lo mismo: cuando en Colombia entra en crisis el precio del café después de que cae el muro de Berlín y se rompen las regulaciones de los mercados, ellos giran hacia el mercado cafetero y muestran con orgullo las haciendas cafeteras, el estilo de vida. Hoy hay toda una maquinaria gigantesca de turismo, que es el segundo ingreso más importante de Colombia", explicó, señalando que podría ser una buena forma de visibilizar y desarrollar la zona este.

Lacoste señaló que el desafío está en lograr que el gran Mendoza reconozca el corazón de la provincia: "Ahí llegaron los vitimigrantes para hacer una buena vida, dejando Europa y pudiendo seguir con su oficio milenario. Ahí se instalaron, con 3000 años de sabiduría vitivinícola, en terrenos incultos y tierras baratas. En cambio, el Gran Mendoza ya estaba instalado y funcionando hace más de 300 años. Era el lugar más fácil para instalarse para estos campesinos pobres que venían del otro lado del mundo, para poder practicar la vitivinicultura y seguir cultivando el oficio que ellos amaban. En el este de Mendoza casi no había nada cultivado y ellos levantan la Mendoza industrial de hoy. Tenemos una deuda con ellos, es un lugar cargado de historias heroicas y que tenemos que poner en valor".

El académico señaló la importancia tanto del Estado como del sector empresario para poder impulsar este desarrollo: "Se está formando el clúster Mendoza Este, que próximamente va a consolidarse con personería jurídica y eso va a liderar y a empujar el camino para que haya un interlocutor válido que pueda hablar con el gobierno, conseguir consultorías internacionales, para ver qué es lo que se puede hacer. Quizás aparece un cultivo de alta rentabilidad que pueda funcionar, pero lo que estamos viendo en otros lugares, como en Colombia que desarrollaron el turismo, es que eso tiene mucha más rentabilidad que la venta de grandes volúmenes de vino". 

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El historiador marcó que los vitimigrantes recorrieron más de 15.000 kilómetros por amor a su oficio y se adaptaron a quienes ya estaban aquí y a los contextos de la época: "El Bonarda, que entró en la Argentina en la época de Rosas, se adapta muy bien a la zona este y estos vitimigrantes tuvieron esa flexibilidad de cultivar el Bonarda, las cepas francesas de Pouget y Sarmiento, y las cepas hispanocriollas de la antigua herencia española. Y generaron un patrimonio vitícola diversificado muy interesante que no hemos podido todavía valorizar, además de preservar la tradición de los huarpes: aún hoy se hacen en el este alimentos con harina de algarrobo", reflexionó.

Lacoste señaló que, tras haber vivido en Buenos Aires durante algún tiempo, las personas de la gran ciudad optan por salir de ella y descansar en un lugar sin pavimento ni edificios: "Le encanta la gente agarrar el auto, viajar una hora y llegar a Luján para ir a una antigua hacienda en donde te comés un asado, te tomás un mate, charlás y no hay montañas. Hay destinos turísticos espectaculares sin montañas, la principal ruta del vino de América del Sur, que está en el centro de Chile, con hoteles 5 estrellas, el museo del automóvil, no tiene montañas. Es un destino que los empresarios se obsesionaron y con trabajo y pasión levantaron una ruta del vino de clase mundial y no tienen montañas. Hay que sacarse el complejo de que solo con montañas se puede hacer turismo", señaló.

El historiador resaltó las iniciativas privadas, como los viajes en globo aerostático de Junín y señaló que es la manera de promover inversiones que generen ese desarrollo: "Yo espero que todos los actores que tienen peso económico se puedan involucrar. Lo vi en Cahors, en Francia, cuna mundial del Malbec. Se hizo un evento para mostrar el Malbec al mundo y mostrar su territorio. Era muy emocionante que uno de los atractivos era que te daban un paseo en autos de colección de 1920 y los que los manejaban eran los dueños, unos playboys multimillonarios, que por amor a su territorio se ponían al servicio del clúster de desarrollo de Cahors y ellos llevaban a los visitantes a dar una vuelta. No ganaban nada, pero te hacían un paseo de una o dos horas por lugares de la antigua Francia medieval, donde estuvo el papa Juan XXII. Lo hacían por amor a su territorio, saben que si el territorio crece, crecemos todos".

Finalmente, tras su experiencia en Cahors, el historiador contó que todos los viticultores tenían un acuerdo para hacer el marketing de manera conjunta y que trabajan bajo el lema "El grupo es mejor que el mejor del grupo": " Con eso trabajan y van avanzando, creando una corriente de opinión, atraen turistas, eso es lo que yo espero que pueda surgir en Mendoza Este", concluyó. 

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