La UNCuyo frenará una obra y priorizará el dictado de clases
La rectora Esther Sánchez explicó que suspenderán la construcción de un edificio destinado a la investigación científica y revisarán el funcionamiento de los proyectos de extensión universitaria
Con un presupuesto 2023 reconducido, la revisión sobre continuidad de los proyectos de extensión universitaria y la suspensión de la construcción del edificio destinado a la investigación científica, la UNCuyo dio el primer panorama de cómo enfrentará el ajuste al que es sometida la universidad pública por decisión del presidente Javier Milei, con una inflación interanual del 245%.
Asimismo, convocó a todos los sectores públicos y privados de Mendoza a involucrarse para dar "respuestas creativas" que permitan el sostenimiento de la actividad esencial de la universidad, es decir el cursado de los alumnos en tiempo y forma, incluyendo por supuesto, a los colegios secundarios de la universidad.
"Nuestra prioridad es el dictado de clases con normalidad" insistió varias veces la rectora Esther Sánchez en el encuentro con los medios luego de tener esta semana una reunión con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) dónde se acordó dar visibilidad al problema presupuestario de las casas de altos estudios y solicitar a la Secretaria de Educación Nacional una nueva instancia de diálogo para lograr al menos ser escuchados por quien maneja la caja, el ministro de Economía Luis Caputto.
"El Secretario de Educación Nacional Carlos Torrendell nos acompaña pero no maneja presupuesto" así explicó la rectora la posición del funcionario que tiene a cargo la política universitaria nacional respecto al ajuste.
Sobre éste aspecto, Sánchez aclaró que el presupuesto a enero del 2023 fue de 26 mil millones de pesos, pero que durante todo el ciclo lectivo los fondos correspondientes a los aumentos salariales fueron recibidos cada vez que hubo un acuerdo paritario. Por lo tanto, habrá que ver cómo será el comportamiento del gobierno nacional si accede a nuevos incrementos salariales. En este sentido, explicó que mantiene un diálogo abierto con los gremios docentes, quiénes a su vez están en plena movilización sindical a nivel nacional.
Aun así, todos los gastos de funcionamiento operativo de la UNCuyo conllevan un alto costo de gas, luz, agua en el rectorado, en las facultades, insumos para las aulas y para el personal no docente, el mantenimiento estructural de los edificios, más todos los servicios deportivos, hospitalarios, de los organismos artísticos, los medios universitarios y en particular, los alimentos necesarios para el comedor universitario.
Sánchez no precisó cómo ni cuándo empezarán con los recortes inmediatos, pero sostuvo que aumentarán el valor de las becas que en 2023 ya sumaron 4500 estudiantes, del mismo modo que los montos destinados al transporte. Del cualquier manera, no está descartado volver a la virtualidad en el dictado de clases, pero antes de tomar esta decisión tiene previsto una reunión con los estudiantes para escuchar qué necesitan, qué proponen. Obviamente esta posibilidad no es posible para todas las carreras, para todos los años, y para todos los estudiantes debido a la heterogeneidad dentro de los 50 mil estudiantes que cursan en la UNCuyo.
De ahora en más, comenzará un análisis sector por sector de la universidad para acordar en el Consejo Superior dónde concretarán el recorte "quirúrgico" que al menos hasta hoy es inevitable. La tarea predice complejidad ya que ningún decano querrá resignar partidas, en medio de un proceso electoral cercano como son las elecciones de junio próximo donde será renovada la mitad de los integrantes de todos los claustros.