Amor

San Valentín: un día cualquiera para todo el mundo

Para los que aman y son correspondidos, para los que aman y son ignorados, para los que no saben y para los que saben amar, para todos: ¡Feliz 14 de febrero!

Laura Romboli

Hoy no será un día cualquiera, lo sabemos. Llegarán -por donde sea- mensajes de amor, inevitables y correspondidos. Estarán los que llaman compañero/a de vida, justificando así, a la cantidad de años vividos con la misma persona. También, los que esperaron este San Valentín tanto tiempo y lo reciben, con la ansiedad del que tiene un buen emprendimiento. A ellos, por igual, se les escapará un "Te Amo "tan fácil y ligero, como la primera vez que lo hicieron cuando acompañaron un imperfecto primer beso que mojó los labios, recrudeciendo el silencio.

Uniendo principios y finales de fragmentos de amores desconocidos, reflejamos un instante de un día cualquiera que puede ser cualquier día.

Porque las historias se vuelven parecidas y se distinguen sin mucho esfuerzo. ¿Quién no pensó, alguna vez, que lo que sentía era único en este caótico mundo? Que esa fuerza inmanejable, que surge desde adentro con el pecho tan hinchado, explota en un beso inolvidable, no le puede pasar a cualquiera. Si, vos y miles millones de cualquieras saben de qué hablo. Todos hemos vivido, (vivimos y viviremos) un estado de felicidad tan firme como endeble, que lo hace uno de los mejores momentos en la vida y que debemos disfrutar porque pasa. Si, esto también, pasa.

Quién no deseó con toda la fuerza del corazón que el mundo, la gente, el barrio y los conocidos de los conocidos despierten salteando el calendario y que del 13 en febrero, logremos amanecer el 15 sonriendo y felices.

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Pero lo cierto es que no, el amor tiene su día y es hoy donde juntos debemos sufrir y amar a la vez, al mismo tiempo. Porque como una proporción exacta de los justos, mientras más sufrimiento más verdadero será el sentimiento.

Entonces, el 14 de febrero, se festeja, se conmemora, se reflexiona, se padece, se vive y, para los que eligen, se cree.

Acompañaremos a los que tendrán, este su primer día, el amor intacto con aroma a bombones, a los que calmarán su sed de soledad celebrando que aman el sol, la montaña, estar vivos, el perro y el vino y, por último, a los que siempre aman, sin pausas, sin prisas, sin preguntas ni interrupciones.

Todos serán bienvenidos a este día, donde el amor reinará como el saludo principal y respuesta única. Solo por hoy, abierto las 24 horas, para luego seguir con la rutina, con la vida y las desdichas.

¡Salud y que, siempre, viva el amor!

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