Despedida

Murió el publicista Gabriel Dreyfus, el del "RA": una entrevista retro para recordarlo

Gabriel Dreyfus fue uno de los más grandes publicistas argentinos y uno de los artífices de la victoria de Raúl Alfonsín, hace 40 años. Aquí se lo recuerda en un diálogo con Gabriel Conte hace 10 años, cuando la democracia cumplía 30.

El reconocido publicista Gabriel Dreyfus murió este martes a los 77 años. Dueño de una reconocida trayectoria en las agencias más importantes del sector, fue una pieza clave en múltiples campañas políticas y recibió premios y distinciones por su labor. 

Su carrera comenzó en 1969, cuando dio sus primeros pasos como creativo. Luego, en la década del 70' dirigió las agencias Ricardo De Luca y Lautrec, y en los 80' fundó Dreyfus & Asociados, que se transformó en FSD / Young & Rubicam.

Dreyfus, recordando sus primeros pasos, señaló la campaña de Motorcito para YPF, de 1971, como su primer "gran hit". Lo hizo con la corta edad de 25 años. Este hito, recordó, fue el puntapié para obtener una gran fama en el sector publicitario.

De ahí en adelante todo es historia y 20 años más tarde comenzó a levantarse como emblema de la generación de creativos de los 90 junto a Ramiro Agulla, Carlos Baccetti y Hernán Ponce, entre otros.

Esto trajo aparejado el reconocimiento internacional: recibió tres Leones en Cannes, siete Premios Clío y 2 Clío Classic, uno de ellos, por ejemplo, por su campaña de los Levi's "Mineros", el Grand Prix del New York Festival y dos veces el Gran Premio del FIAP, entre otras.

De la creatividad a la política

Pero Dreyfus no solo se dedicó a la publicidad comercial, también se sumergió en la política. Se destacó por haber sido uno de los publicitarios que junto a David Ratto idearon la campaña presidencial de Raúl Alfonsín , adoptaron el eslogan "Ahora Alfonsín" y la decisión llevar a los actos citas de la Constitución Nacional.

También dio un paso más y él mismo se metió en política. En 1985 se presentó en la lista de diputados nacionales del Partido Demócrata Progresista y en 1999 fue candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires acompañando a Luis Patti.

La muerte de Pablo, su hijo en el accidente de Air France

En 2009 Dreyfus vivió un hecho que la cambió la vida, su hijo, Pablo, murió a los 39 años durante el trágico accidente de la empresa Air France  en el que murieron 228 personas. Se iba de luna de miel y a ofrecer una conferencia sobre control de armas, su especialidad en la organización Viva Rio, a Suiza.

Una entrevista con Gabriel Dreyfus

Esto pasaba en los pocos canales de TV en 1983:

En ocasión de cumplirse los 30 años de la recuperación de la democracia (hace 10 de aquello) fue entrevistado por el equipo que conducía Gabriel Conte, actual director de Memo.

Esta fue la charla:

- No es poca cosa haber participado en el diseño de la campaña electoral de Raúl Alfonsín.

- Tampoco en ese momento fue poca cosa Raúl Alfonsín. No se inventa a nadie. Y en esa circunstancia histórica con el personaje que teníamos, hicimos una campaña que lo ayudó, aunque él era el único que pensaba que iba a ganar.

- ¿Él era el único que creía que ganaría?

- Él era amigo de (David) Ratto y es Ratto el que me convocó al equipo que iba a trabajar en la campaña, después quedamos Ratto, yo y otros pocos, al principio habían varios. En la primera reunión entró Alfonsín, a quien yo no conocía, y estaba sentado en la silla al lado de la mía. Entonces empezó la reunión, Ratto lo presentó y Alfonsín dijo: "Le voy a dar mucha importancia a la publicidad de esta campaña porque yo voy a ganar por el 2 por ciento". Yo, que era medio un chiquilín irrespetuoso, le dije: "Bueno, si está tan seguro que va a ganar no haga la campaña. Yo creo que es muy importante y usted va a perder por poco".

- ¿Eso le dijo? ¡Era un insolente!

- Sí. Ratto me fulminó con la mirada. Todos se quedaron callados con un silencio de muerte. Alfonsín se levantó de la silla, yo también, me abrazó y me dijo: "Usted es el más optimista de todos los que me rodean".

- De allí al triunfo, seguramente fue todo adrenalina. Sin Twitter ni Facebook, ¿cómo fue el desarrollo de la campaña?

- Yo creo que el primer gran mérito de Alfonsín fue haberlo elegido a Ratto y seguir una indicación de Ratto que, salvo el equipo que él había designado, no se metía nadie más en la campaña por más ideas que trajeran, y eso que trajeron muchas. Entonces, hicimos el lanzamiento, apareció algo que fue una contradicción de la campaña, el R.A. que significaba Raúl Alfonsín y que firmaba toda la campaña. La Unión Cívica Radical estaba muy chiquita, porque sabíamos que los votos del radicalismo rondaba el 25% y hacía falta el 50%.

- Pero ¿cuál fue la gran contradicción?

- Fue que la campaña estaba firmada R.A., Raúl Alfonsín y Alfonsín siempre decía no sigan hombres, sigan ideas”.

- Y a 30 años, ¿cómo evalúa la figura de Alfonsín? Es un tiempo en que se lo recuerda más a él que a la democracia.

- Bueno, yo siempre digo que la Argentina es un país que dice amar a la democracia pero que vota líderes. El peronismo, en ese momento, se equivocó en todo. Para empezar, no había un solo peronismo. Como siempre, había varios. Pero estaban todos metidos en la misma lista. Entonces, estaba la campaña de lo que después fue la renovación, estaba la campaña de Herminio Iglesias había cinco o seis campañas diferentes para un mismo candidato. Y el candidato era el doctor Luder, un hombre, que habían puesto para calmar todo lo terrible de lo cual venía el peronismo: los Montoneros, la guerra civil, Alfonsín había denunciado el Pacto sindical militar. Entonces, Luder era un candidato que tranquilizaba, pero a los peronistas no les gustaba. Y el líder surgió en la vereda de enfrente: este radical tranquilo, bueno, que se subía a una tribuna y, bueno, salvando las diferencias ideológicas, creo que era mejor orador que Perón. Entonces, el líder estaba enfrente. La primera idea de campaña que yo le llevé a Alfonsín era una campaña gorila- él me dijo: "A mí, esta campaña me encanta, pero si la hago, junto todos los votos antiperonistas del país y pierdo. Váyase a su casa y tráigame una campaña peronista".

- Le hacía falta convencer también a los no radicales y a los no peronistas.

- Obvio. Alfonsín fue el primer opositor al peronismo que se dio cuenta de que sin votos peronistas no ganaba. Un día me preguntó: "¿Qué le diría a usted a los que me preguntan cómo voy a ganar con los obreros peronistas en contra?". Y le dije: Yo diría que "si yo gano, es porque los obreros peronistas me votaron". Al día siguiente, prendo la radio y le hacen la misma pregunta y él hizo un sutil cambio. Dijo: "No los voy a tener e contra, porque yo voy a ganar con los votos de los obreros peronistas". Por la tarde, lo encontré y le dije: "Doctor Alfonsín, ¿usted realmente cree que va a ganar con los votos e los obreros peronistas?". Y me dijo: "No, de ninguna manera. Pero con los de sus mujeres, sí. Hay que hacer una campaña dirigida a las mujeres". Y en las mesas masculinas ganó el peronismo, en las femeninas ganó Alfonsín. Él tenía la estrategia bien clarita.

- Con esto que me está contando, se revela que era él el cerebro de la campaña publicitaria. Ustedes ejecutaban no más.

- Yo podría decir que Ratto fue el genio, pero lo que nosotros hicimos fue acompañar a ese genio político, el último en los últimos 50 años en la Argentina, hasta ese momento, la anterior fue Evita, en lo que él había planteado. La verdad es que ninguna campaña, por mejor que sea, puede hacer ganar a un zoquete.

- Y hablando de eso, saltamos 30 años hasta ahora. Usted que se ha dedicado a esto toda la vida, ¿cómo ves las actuales campañas publicitarias electorales?

- Quizá haya alguna excepción, pero las de ahora fueron hechas por zoquetes para zoquetes. Ahora, hay muchas contradicciones en este país: en Mendoza, Cobos ganó por muerte y es candidato radical. Fue el que quisieron hacer renunciar a la vicepresidencia por la ley del campo. Pero hay un candidato radical, o que juega para los radicales en la Capital Federal, que entró como diputado, Martín Lousteau, que fue el que hizo esa ley. Es raro este país. Y después, es raro y entendible el enorme triunfo de Massa sobre el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires. Pero él mismo lo dice en el nombre: Frente Renovador. Y se llevó, quizá, a mucha gente buena del kirchnerismo, entre ellos, Lavagna. Pero es kirchnerismo, no es oposición.

- Entramos en el análisis político

- Es que sin análisis político tampoco hay campaña política.

- Exactamente. ¿No lo ve a Massa como una especie de Menem moderno?

- Mire: yo lo conocí a Menem antes de que fuera presidente y no voy a hacer ninguna defensa de Menem. Pero vos hablabas con Menem y te dejaba con la boca abierta. Era un líder en serio y Massa no. Es un muchacho que está ahí y que, sinceramente, no creo que llegue a la Presidencia.

- Ahora que las redes sociales intervienen en las campañas. ¿Los políticos intervienen en su uso o se lo dejan a especialistas?

- Yo puedo contar el caso de Massa porque lo conozco. Inició una campaña, que no sé quién se la hizo, que era terrible. Parecía de los años 60, con él bailando y saludando a la gente. Y después contrató a la agencia Walter Thompsom, una agencia multinacional, antes americana y hoy británica, que le hizo una correcta campaña en la cual la primera película la tuvieron que sacar del aire, porque la había copiado de una de Zapatero en España, y la segunda era una simpática película política, que podría haber servido por igual para Massa, De Narváez o para cualquiera. Tuvo mucha plata, mucho apoyo y muchos afiches correctamente diseñados y, además, era el momento de Massa, aparte de la campaña. La campaña fue mala. Otras, fueron peores. La de Martín Insaurralde fue un desastre.

- ¿Por qué?

- Lo puedo explicar. Alfonsín, tenía el R.A. que significaba, también, República Argentina. Entonces el creativo que hizo la campaña de Insaurralde inventó el MI. Del R.A. al MI, pero no es lo mismo. Entonces, él decía: MI infancia, MI mamá, MI papá. Lo único que le faltó decir es “MI jefa” y que le podría sumar votos.

- Ni hablar de los chistes en Twitter por su relación con Jéssica Cirio...

- En eso no me meto. Porque es muy lógico que un muchacho que surge de la nada se sienta una gran persona si se levanta a la MIau del momento. Pero cuando uno es político, tiene que ser serio.

- Una advertencia: le dijo a Alfonsín que no iba a ganar las elecciones y le acaba de decir a Massa lo mismo. ¿No estará cometiendo el mismo error por segunda vez?

- A Alfonsín yo le dije que iba a ganar por poco. Y voy a contar otra anécdota: cuando se hizo el acto de Alfonsín en el Obelisco, después fue el acto de Luder. El día en que cerraba su campaña Luder, Alfonsín cerraba en Rosario. Nos reunimos en la oficina de Ratto, porque por distintos motivos, ninguno había ido a Rosario, él, Emilio Gibaja (que después fue secretario de Información Pública) y yo. Entonces, David trajo una botella de champán y dijo: "Brindemos ahora porque el domingo no vamos a poder hacerlo". Y yo le dije: "El domingo ganamos por 3 puntos". Y Gibaja me dijo: "Raúl está mucho más loco que vos, ganamos por mucho más". Hubo muchas cosas que nos llevaron a eso, aparte de su convencimiento. También yo hablé con Menem cuando era gobernador de La Rioja, antes de que le ganara la interna a Cafiero, y me empezó a contar que él quería que Alfonsín ganara la reelección porque él no se iba a sentir presidente hasta que no le ganara a Alfonsín. Y cuando lo escuché yo empecé a decir que iba a ser presidente. ¿Por qué? Porque estaba más convencido que Alfonsín. Eso es fundamental.

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