Cultura

Cinco poemas de Louis Glück

La escritora, considerada una de las voces más importantes de la literatura contemporánea de norteamericana , murió este viernes. Acá algo de su obra para disfrutarla.

Este viernes murió la poeta Louis Glück, considerada una de las escritoras más importantes de la literatura contemporánea estadounidense. Dejamos cinco poemas para recordarla.

Hallaron siete cuentos inéditos de Julio Cortázar 

La poeta recibió el Premio Nóbel de Literatura en 2020, ha abordado la infancia y la vida familiar con gran claridad.

Considerada una de las voces más prometedoras de la literatura, debutó en 1968 con Firstborn, mientras que con The Wild Iris (El salvaje iris, 1992), ganó el premio Pulitzer.

Madre e hijo

Todos somos soñadores; ninguno sabe quién es.Alguna máquina nos hizo; la máquina del mundo,la familia que restringe.Después, de vuelta al mundo, pulidos por suaves látigos.Soñamos; no recordamos.La máquina de la familia: pelaje oscuro,selvas del cuerpo de la madre.La máquina de la madre: blanca ciudad dentro de ella.Y antes de eso: tierra y aire.Musgo entre las piedras, briznas de hojas y de hierba.Y antes, células en una gran oscuridad.Y antes de eso, el mundo tras un velo.Para esto naciste: para silenciarme.Células de mi madre y de mi padre, llegó el momentode ser fundamentales, de ser la obra maestra.Yo improvisé, nunca recordé.Ahora es tu turno de entrar en acción;tú eres el que pide saber:¿Por qué sufro? ¿Por qué soy ignorante?Células en una gran oscuridad.Alguna máquina nos hizo;es tu turno ahora de exigirle, de volver a preguntarle:¿para qué existo? ¿Para qué existo?Del poemario Las siete edades (2011, traducido por Mirta Rosenberg)

Puesta de sol

En el mismo instante en que se pone el sol,un granjero quema hojas secas.

No es nada, este fuego.Es cosa pequeña, controlada,como una familia gobernada por un dictador.

Aun así, cuando arde,el granjero desaparece;es invisible desde el camino.

Comparados con el sol, aquí todos los fuegosson breves, cosa de aficionados;se acaban cuando se consumen las hojas.Entonces reaparece el granjero, rastrillando cenizas.Pero la muerte es real.Como si el sol hubiera terminado lo que vino a hacer,hubiera hecho crecer el campo y entonceshubiera inspirado la quema de la tierra.Así que ahora puede ponerse.

Del poemario Una vida de pueblo (2020, traducido por Adelber Salas)

La canción de Penélope

Pequeña alma, siempre desvestida,haz esto que te ordeno, trepapor los estantes de las ramas del abeto;aguarda en la copa, atenta, como uncentinela o un vigía. Pronto llegará a casa;te corresponde a ti sergenerosa. Tampoco tú has sido del todoperfecta; con tu problemático cuerpohas hecho cosas de las que no deberíashablar en los poemas. Así quellámalo a través del mar abierto, del mar resplandecientecon tu canción oscura, con tu avariciosa,forzada canción: apasionada,como María Callas. ¿Quiénno te desearía? ¿A qué apetitodemoniaco no corresponderías? Prontoregresará de allí por donde transcurra su viaje,bronceado por el tiempo fuera de casa, reclamandosu pollo asado. Ah, tendrás que darle la bienvenida,tendrás que sacudir las ramas del árbolpara captar su atención,pero con cuidado, con cuidado, no seaque desfiguren su hermoso rostrodemasiadas agujas al caer.Del poemario Praderas (2017, traducido por Andrés Catalán)

Antes de la tormenta

Habrá lluvia mañana, pero esta noche el cielo está despejado,brillan las estrellas.Aun así, se acerca la lluvia,quizás suficiente para ahogar las semillas.Hay un viento que empuja a las nubes desde el mar;antes de verlas, sientes el viento.Mejor miras los campos ahora,observa cómo se ven antes de que se inunden.Luna llena. Ayer, una oveja escapó al bosque,y no cualquier oveja: el carnero, el futuro entero.Si lo vemos de nuevo, veremos sus huesos.La hierba se estremece un poco; tal vez el viento pasa a través de ella.Y las nuevas hojas de los olivos tiemblan del mismo modo.Ratones en los campos. Donde cace el zorro,habrá sangre mañana en la hierba.Pero la tormenta, la tormenta la lavará.En una ventana, hay un chico sentado.Lo mandaron a dormir, en su opinión, demasiado temprano. Así que se sienta junto a la ventana;ahora todo está resuelto.Donde estés es donde dormirás, donde despertarás la mañana siguiente.Del poemario Una vida de pueblo

Un mito sobre la inocencia

Un verano sale al campo, como de costumbre,se para un momento en el estanque donde suelemirarse para ver si detecta algún cambio.Ve a la misma persona, la túnica horriblede su condición de hija aún sobre sus hombros.En el agua el sol parece estar al lado.Ella piensa: Otra vez mi tío que me espía.Todo en la naturaleza es, de algún modo, su pariente.Piensa: Nunca estoy solay hace del pensamiento una plegaria.La muerte viene así, como respuesta a una plegaria.Nadie puede ya entender lo hermoso que él era.Perséfone sí lo recuerda, y que él la abrazaba allí,delante de su tío.Recuerda el reflejo del sol en sus brazos desnudos.Eso es lo último que recuerda claramente.Después el dios oscuro se la llevó.Recuerda también, de un modo menos claro,la terrible intuición de que ya jamás podríavivir sin él.

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