El dólar vuela, la dolarización se cae y asoma el desdoblamiento y las monedas digitales

El contexto preelectoral se ha vuelto más complicado de lo que se creía, porque los temores de los operadores son cada vez mayores y las decisiones del gobierno no ayudan a calmar la agitación sino a agravarla. Siempre es posible esperar una dolarización de carteras, sobre todo cuando viene un cambio de signo político, pero esta vez se ha exacerbado por las posiciones tan disímiles sostenidas por los candidatos principales de los tres tercios.

Esta semana los operadores aceleraron su toma de posición en dólares ante la cercanía de las elecciones porque tienen mucho miedo que, si gana Milei, una dolarización los puede dejar en malas condiciones. Es más, el candidato libertario dijo en Mar del Plata esta semana que si el dólar seguía subiendo era mejor, porque se podría dolarizar más fácil, aunque esto destruya el salario de los trabajadores y jubilados. El problema es que la brecha con el oficial ya supera el 130% en todas las variantes de los dólares alternativos y marcará una presión muy fuerte cuando haya que comenzar a sincerar el tipo de cambio.

Lo preocupante de este proceso es que muchos operadores y pequeños ahorristas comenzaron a sacar plata que tenían a plazo fijo. Si bien no es significativa, aún, los especialistas están mirando los números con atención porque las colocaciones habrían caído algo más del 10% por inversores que, en su momento, hicieron inversiones con fechas de vencimiento anteriores a las elecciones. También se estuvo verificando salida de capitales de Fondos Comunes de Inversión, sobre todo los que tenían inversiones en bonos argentinos, que esta semana han profundizado su caída. Todo para presionar las compras de dólares. El viernes el blue cerraba $880, el MEP $827 y el CCL 886.  

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En principio, puede decirse que la dolarización, tal como se planteó en forma original, está cada día más lejos de poder concretarse. A medida que avanza el deterioro de la situación macro, más compleja se pone la búsqueda de soluciones. En principio, podría decirse que la brutal emisión que hace el gobierno y acelera la inflación, ayudaría a licuar deudas en pesos y con menos dólares podría, el eventual gobierno, avanzar en la dolarización con menos dólares. No obstante Milei ha redoblado su apuesta, pero sabe que deberá tener un programa de transición hasta que pueda poner en caja las erogaciones.

Pero no todo es tan fácil, y no está prevista la forma de eliminar las Leliq, aunque aparecen algunas ideas sin mucha claridad. De alguna manera, Javier Milei se sinceró y afirmó que la dolarización podría completarse, de hacerse, hacia fines de su mandato, es decir unos 4 años, y que para las reformas de segundo grado necesitaría 15 años, mientras que las de tercera generación, necesitaría 30 años de gobierno. Un poco raro que un liberal plantee un programa autocrático, sabiendo que la Constitución no permite más de dos mandatos. Debería plantearse un programa consensuado que, ante la alternancia, asegure su continuidad.

El desdoblamiento cambiario

De todos modos, en los equipos del candidato liberal están estudiando la alternativa de un desdoblamiento cambiario, para no dar un salto tan violento que termine generando una hiperinflación. El desdoblamiento sería uno clásico, con un dólar oficial (a un precio superior al actual), y un dólar libre. La única forma que este sistema funcione es que vaya atado a un programa fiscal muy estricto que tienda al equilibrio fiscal lo más rápido posible y luego rebajas de impuestos y modificación de leyes laborales.  

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Por el lado de Patricia Bullrich, los equipos que conduce Carlos Melconian también trabajan en una forma de desdoblamiento cambiario. De esta forma habría un dólar comercial (por el cual se canalizarían las operaciones de comercio exterior) y uno financiero. El primero, tendría valores controlados por el Estado y el segundo sería libre. Acá también vale el mismo comentario anterior. Este desdoblamiento podría aguantar si antes se ha fijado un plan que contemple equilibrio fiscal, apertura al comercio y reforma de leyes laborales.

En el caso de Sergio Massa, él viene aplicando una forma muy particular con los dólares alternativos. Ahora salió el Dólar Vaca Muerta y el Dólar Pymes, ampliando el dólar agro. En estos casos, los exportadores pueden liquidar el 25% por CCL (Contado con liquidación) y el resto por el mercado oficial. De esta manera, el exportador obtendría un tipo de cambio efectivo cercano a los $550. No se sabe cuál sería la estrategia para bajar los niveles de Leliq, acabar con el déficit y modificar impuestos.

Como se puede apreciar, el problema grave no es el dólar sino el volumen del gasto público. Con esto vemos que hay que bajar el gasto para eliminar el déficit y que no haya más emisión monetaria. Pero, además, hay que bajar impuestos, levantar los cepos a las exportaciones y elimina retenciones y modificar las leyes laborales o las cargas impositivas que afectan al trabajo. Este es el desafío para cualquier que gane y lo tendrán que afrontar, aunque prometan otras cosas.

Las monedas digitales

En el medio de todos los debates apareció la idea de crear una moneda digital. Algo delineó en el último debate el Juan Schiaretti, y el ministro Massa anunció que enviaba un proyecto al Congreso para crear una moneda digital, que tiene una sutil diferencia con las criptomonedas. Esta moneda digital sería manejada por el Banco Central y podría emitir tanto como se le dé la gana. Se ahorrarían el costo de la emisión de billetes, pero habría muchos problemas para muchas personas que no están familiarizadas con los sistemas digitales.  

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El sistema de moneda digital no nos liberaría de excesos de emisión, porque, en definitiva, son monedas que van al mercado y cuando el mercado se satura, les baja el precio. Esa es la única diferencia, ya que deberían encarar seriamente la baja del gasto público para eliminar el déficit. Por supuesto que las monedas digitales son una alternativa, pero hay un objetivo más peligroso: Massa la quiere para combatir la evasión y con estas monedas quedarían registros tan personales que habría una clara violación de la privacidad de las personas.

La diferencia con las criptomonedas es que mientras a la moneda digital la crea el gobierno y es de curso forzoso, las cripto tiene creadores que juegan con reglas y mantienen la total privacidad de los operadores y de las operaciones. Además, con las cripto, se recupera el concepto de las monedas privadas. Hasta ahora, tanto Milei como Bullrich han expresado su aceptación al uso de las criptomonedas, mientras Massa sigue sosteniendo que debe ser administrada por el Banco Central. Esto nos aseguraría una inflación digital, que es igual que la otra, pero más elegante.