Diana Wol, una actriz mendocina de larga trayectoria

Diana Wol es profesora de Lengua y Literatura inglesa, egresada de la UNCUYO, profesión que desarrolló durante mucho tiempo, a la par de su faceta de actriz, a la que ha consagrado y consagra la mayor parte de sus días. 

Ha dedicado años a su formación actoral y la literatura se ha mezclado también en su historia de vida.

- ¿Cómo empezó tu amor por el teatro?

- Desde muy pequeña me gustó el teatro, el cine y la declamación y jugaba con eso. En realidad, el teatro para mí es como un juego y creo que no debemos perder la capacidad lúdica que tienen los niños. Miraba películas en el cine junto a mi madre, la persona que más me impulsó hacia el arte, y después imitaba a las actrices frente a mis compañeritas. En San Rafael, donde nací y me crie, pude ver actuar por primera vez a Gladys Ravalle en la obra "El juego que todos jugamos" y fue entonces cuando me enamoré del teatro. Luego de casarme con mi esposo, el artista plástico Israel Raij y de venir a vivir a la ciudad, fui una vez al club israelita Macabi y para mi sorpresa, Gladys era quien dictaba allí un curso de arte dramático. A partir de ese momento nunca me alejé de ella y trabajamos juntas 40 años haciendo un montón de cosas.

- ¿Cuál ha sido tu formación en arte dramático?

- En realidad, siempre hice dos carreras a la vez: fui profesora de Inglés y además de ser esposa y madre, actué y realicé mejoramientos a la par. Gladys Ravalle fue sin dudas mi gran maestra y desde siempre me he formado y me formo con todos los grandes que vinieron a nuestra provincia: Rafael Rodríguez, Norman Briski, Lito Cruz, Assumpta Serna, Raúl Serrano, por nombrar solo algunos. Sigo aprendiendo, leyendo, perfeccionándome cada día y continuaré haciéndolo.

- ¿Qué obras te gustaron más hacer?

- Todas, y lo afirmo porque en todas pongo la misma pasión. "Casa matriz" fue una obra que interpreté a dúo con Gladys y fue significativa porque fue para el cierre del instituto Goethe. Allí estuve trabajando con ella muchos años. "Sobre un barco de papel" que puse en escena en la Enkosala "Gladys Ravalle" que ahora lleva su nombre y que dirige su hijo Juan Comotti. "La boda" de Bertolt Brecht, con la que fuimos a actuar al teatro Cervantes e hicimos una gira por Formosa, dirigida también por Gladys. Luego he sido convocada por otros directores, como Rubén Scattareggi para "Yo ella Hamlet - Mi padre Hamlet", que interpretamos en el Espacio Cultural Le Parc. "Caricias" dirigida por Juan Comotti con la que llegamos a San Luis, acompañados de grandes actores. Recuerdo con mucho cariño la representación que hicimos en ocasión de la inauguración de Tajamar en 2003. "Cuento de hadas", de la autora uruguaya Raquel Diana.

- ¿También escribís poesías?

- Sí, en realidad siempre me gustó escribir poesías, desde niña tenía un diario. "Dolor a mano alzada" fue un libro que publiqué y contiene cartas y poemas dirigidas a mi hija Judith Raij y además continué escribiendo durante 2020. Como dije al principio, las letras, el teatro y el cine han sido mis amores desde pequeña, les he dado un lugar en mi vida. Con mi esposo, mi novio uruguayo de entonces, nos escribimos cartas de amor durante 10 años, las cuales aún conservo. La literatura es un mundo personal, propio, en el que me sumerjo, lo mismo me sucede con el escenario. Aquí les comparto una poesía:

Ceremonia

Cambio y giro

Giro y busco

Busco y descubro...

Descubro el sueño olvidado.

Sueño el olvido

Olvido la pena

Peno la herida rasgante

Rasgo la vestidura dolienteLamo la cicatriz resguardada

Pienso y repienso

Lloro y resigno

Sonrío y repito

La cotidiana

Ceremonia de vivir.

Foto 5 (diana) "Junto a su esposo, el artista plástico Israel Raij"

- ¿Cuál es tu actividad con la literatura?

- Doy talleres para mujeres desde hace ya 13 años, que he dado en llamar "Ronda de palabras". Una vez por semana, le propongo a mi variado público femenino, leer cuentos o poesías, piezas breves, para poder analizar y compartir con tranquilidad. La lectura que hago de esos textos me permite interpretar personajes, bellas palabras escritas por tantos autores que hemos abarcado: desde los clásicos extranjeros hasta los argentinos y mendocinos. La intención de estos encuentros es que cada integrante se exprese sobre lo escuchado y no es requisito ser una conocedora de libros para formar parte. También he realizado otro tipo de talleres, como "Entre cuentos, me encuentro", que tuvieron muy buena aceptación.

- ¿Qué pensás de las nuevas generaciones de actores?

- Al ver actuar a las nuevas generaciones, sé que el teatro nunca morirá. Contamos con excelentes actores mendocinos, que se expresan de distintas maneras. Debo decir que la tecnología influye en las obras que ellos hacen y que ellos mismos escriben. Estos jóvenes me incentivan y me convocan en sus proyectos. Estar con esa juventud me encanta, al igual que disfruté de esa compañía siendo docente, puedo intercambiar experiencias y continuar por supuesto aprendiendo.

- ¿Proyectos futuros?

- Está entre mis planes interpretar una obra de Eduardo Viladés, llamada "Aquel cabaret de Berlín" y ser dirigida por Juan Comotti. Continuaré con "El espejo de los otros", bajo la dirección de Ricardo Nuarte y junto a un gran elenco, el próximo 5 de agosto. Retomaremos esta obra en el Selectro, pues está teniendo mucho éxito. Finalmente, espero que la parca me encuentre sobre las tablas. El teatro es lo que me hace feliz, me hace reír y llorar, es lo que amo y he amado toda la vida.