Opinión

La transformación del dolor

Con la Ley Lucio se busca promoviendo y sensibilizar a la sociedad sobre las situaciones de maltrato en la niñez.

Cecilia Páez

El 29 de Junio, no fue un día más para todos los que queremos una sociedad mejor.

Tuve la oportunidad de participar en la presentación de los proyectos de adhesión de la provincia a la ley nacional 27709, conocida como Ley Lucio.

Además de los legisladores mendocinos que promueven esta adhesión, estaban presentes los abuelos de Lucio Dupuy, que con entereza y fuerza desde lo emocional, están caminando el país con el único afán de crear conciencia, de reforzar de manera empática, la relación Estado - Ciudadanía.

Desde que ocurrió el asesinato del pequeño Lucio, hemos puesto de nuevo sobre la mesa la pregunta: ¿Cómo protegemos a nuestras niñeces?

En nuestra provincia tenemos legislación de avanzada respecto a otras, como lo es la Ley 9.139 que regula la temática, estableciendo el procedimiento de intervención y las OBLIGACIONES de denuncia, remarcando el principio de corresponsabilidad de todos los actores públicos y privados relacionados a la niñez.

Las cifras duelen

Con la Ley Lucio se pretende brindar conocimientos en protección de niños, niñas y adolescentes, capacitar para que las personas adquieran habilidades en reconocer y actuar ante situaciónes de maltrato. El objetivo es generar resortes que acompañen el cambio de paradigma en la niñez que implica, también, un cambio de conciencia y pretender visibilizar las situaciones de maltrato. Promover que los mal llamados "correctivos" son hechos de violencia y que para poner límites hay que buscar otras herramientas, pero que la violencia no es el camino.

Promoviendo y sensibilizando a la sociedad en alarmar sobre las situaciones de maltrato infantil, que son hechos de violencia que no tienen ningún justificativo.

Este camino que hoy recorren los abuelos de Lucio es que el mismo que debemos recorrer como sociedad entendiendo que el maltrato físico y psicológico de la niñez está prohibido por ley, como lo es en el Articulo 647 del C.C.C.N, que dice: "Prohibición de malos tratos. Auxilio del Estado. Se prohíbe el castigo corporal en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes".

La legislación está y debe acompañar los cambios sociales y culturales, pero en necesario el cambio en la sociedad, como cambio de paradigma en la crianza, cuidando y poniendo limites sin violencia, ese cambio en las sociedades moderna ya ha comenzado, pero es urgente promoverlo y sensibilizar a la toda la sociedad en esto, no solo es obligación de funcionarios o docentes, es una obligación de la SOCIEDAD completa.

La idea es lograr un hábito protector, de sensibilidad y solidaridad y llamar la atención sobre la sociedad que queremos tener, de la cual los niños/as son sus semillas.

Entonces, esta nueva ley pone el acento en el deber de comunicar una vulneración o amenaza de vulneración de derechos y la obligación de recibir y tramitar dicha denuncia por parte de los efectores públicos, de acuerdo con lo establecido por la ley 26.061 de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y la Ley 27.455 de Abuso en la Infancia.

El objetivo de esta norma es la prevención y detección temprana de situaciones de vulneración de los derechos de los chicos.

La ley Lucio es semejante a la ley Micaela, para capacitar en violencia de género ¿Quién más tendrá que morir para comprender que el niño/a necesita, a tiempo, una familia amorosa que lo haga feliz, que lo cuide y que lo forme para el futuro?

Si el niño/a sobreviviera a la violencia, podría ser un adulto dañado física o psicológicamente, una víctima sin recursos o un victimario al acecho que aprendió a ejercer la violencia.

Rescato el compromiso de las legisladoras y legisladores que recogieron el guante con el objetivo de que Mendoza adhiera a la normativa nacional y que esto se vea reflejado también en los cuerpos deliberativos de cada municipio, de manera tal que los gobiernos locales sean promotores de este tipo de políticas públicas, brindando capacitaciones en el ámbito de sus administraciones, haciendo extensiva la invitación a los vecinos interesados.

Pero creo que como sociedad debemos ir más allá y entender que es una obligación general y no solo de las personas que integren el poder público. La muerte de Lucio no puede volver a pasar, porque el nuevo paradigma de la niñez, al igual que el de género, nos compele a asumir compromisos morales, culturales y legales

Que lo sucedido con Lucio Dupuy no sea un hecho doloroso más de nuestra Argentina, y que la tarea desarrollada por sus abuelos desde el amor no quede en el olvido será, sin dudas, tarea nuestra.

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