Consumo

Ya llegan micros con chilenos directamente a los hipermercados de Mendoza

La Ciudad de Mendoza y sus alrededores se ven especialmente colmadas de gente que compra cosas: no son argentinos. La llegada masiva de chilenos ya incluye tours de compras con colectivos que estacionan directamente en los hipermercados.

Memo

El término usual "no dar abasto" está encontrando una explicación práctica en algunos súper e hipermercados de Mendoza. Es que están cambiando sus mecanismos de pago a proveedores para acelerarlos y anticiparse, de modo de reabastecerse a un mayor ritmo, debido a la masiva llegada de chilenos a Mendoza a comprar productos alimenticios y de limpieza, principalmente.

Los videos en donde los chilenos se muestran fascinados por comprar en Mendoza

El cruce de la cordillera para hacer las compras esta vez beneficia a los comercios locales, repitiendo a la inversa un fenómeno que alguna vez protagonizamos los mendocinos del otro lado de la cordillera. Sin embargo, nunca fue tan directo hacia la compra de mercadería para consumo hogareño en supermercados, sino que las ventajas fueron aprovechadas por argentinos para la indumentaria o elementos para el automotor, centralmente.

El boom de compras incluyó, la semana pasada, la llegada de colectivos desde Chile directamente a la playa de estacionamiento de un hipermercado. Sucedió en Dorrego en donde tras un informe de la TV trasandina desde Oscar David generó el arribo masivo hacia ese local.

Memo, en diálogo con sus propietarios y directivos, pudo conocer que, si bien no se ha desabastecido, la gran cantidad de compradores pone en riesgo la situación, por lo que ha acelerado mecanismos de pago a proveedores y restitución de mercadería.

Más de 100 autos por hora: ingreso masivo de chilenos a Mendoza

Asimismo, ha implementado un sistema de alerta previa a los chilenos de que comprar con tarjetas disminuye el poder de compra. Hasta ahora, cuando se daban cuenta tras abonar en caja, pedían revertir la situación y que se les permitiera pagar en efectivo, lo cual generaba un atolladero importante en el local.

A los visitantes las cosas les cuestan un tercio, aproximadamente, de los precios que consiguen en su país.

Cada chileno puede introducir mercadería por el equivalente a unos 300 dólares y en la Aduana de Los Libertadores ya se cuentan casos  curiosos, como fue el caso de una camioneta repleta de maples de huevos a la que se consideró parte de un contrabando, pero el propietario exhibió una lista de encargos familiares para el producto. Situaciones así se dan en todo momento  al aceite y los elementos de limpieza que colmaban las compras, esta semana se les agregó la compra de chocolate y ropa.

Además, el centro de la Ciudad de Mendoza puede verse inusualmente colmado, ya que la presencia masiva de vecinos del otro lado de los Andes le ha dado una nueva vida y esperanzas a los comerciantes que sufren la depresión del consumidor argentino, afectado cada vez con mayor notoriedad por la inflación y la escasez de ingresos.

Los restaurantes son otros ganadores de la situación: a los brasileños que coparon los locales gastronómicos en verano, pero que ya se replegaron, ahora les siguen los chilenos.

En tanto, en el sur argentino, algunos gobiernos están preocupados por los desabastecimientos de mercados locales "invadidos" por vecinos de Chile que cruzan la cordillera, por lo que estudian cepos y límites de compras para extranjeros debido a la dificultad de reabastecimiento que registran en la Patagonia.

Bonus track: informe de la TV chilena sobre compras en Mendoza

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