Colombo

El arzobispo pidió por "los que sufren injustamente"

"No nos desentendemos de lo que le pasa a los otros, sobre todo lo que les pasa a los que sufren injustamente", pidió el arzobispo de Mendoza en la misa del Domingo de Ramos.

El arzobispo de Mendoza, Marcelo Daniel Colombo, destacó que el Domingo de Ramos es una de las fiestas cristianas "más sentidas; algunos dicen que por la entrega del ramo, por la significación espiritual y familiar de este pequeño vegetal que nos recuerda a la tierra y nos recuerda también lo que significó: la pasión de Jesús. Ciertamente para el pueblo creyente estos signos reflejan el sentido de lo sagrado y la atención que debemos prestar al tiempo que está comenzando".

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"Los distintos personajes de la Pasión también, de alguna forma, nos hacen pensar en nosotros frente a Dios. Muchas veces condenamos injustamente; muchas veces escupimos, agraviamos, nos reímos; muchas otras veces nos lavamos las manos y nos desentendemos de lo que le pasa a los otros, sobre todo, lo que les pasa a los que sufren injustamente", planteó durante la celebración eucarística en la capilla Cristo Redentor, de Godoy Cruz.

El arzobispo mendocino señaló que en esta semana "también estamos llamados a entregar nuestro espíritu, entregar nuestra vida, a jugarnos enteros por el amor de Cristo; como lo hizo Él en la cruz" y profundizó: "El texto de la pasión nos compromete para que no seamos neutrales, para que no permanezcamos ajenos, para que no nos hagamos distraídos frente a las cosas dolorosas que pasan".

"Que esta Pascua, que esta Semana Santa, que este tiempo de Dios que hoy comenzamos, sea para nosotros la oportunidad de la redención. Las confesiones que podamos celebrar, los actos de piedad; los actos también de recogimiento interior que podamos celebrar, no los dejemos pasar", sugirió, y aclaró: "No es una semana de vacaciones o, en todo caso, no es una semana para estar distraídos y aún si podemos viajar por algún motivo a casa de algunos familiares o pasear porque tenemos un poco más de tiempo; no dejemos estar a nuestro corazón y concentrémonos en Cristo que vive para nosotros y muere para salvarnos", pidió.

Por último, Colombo recordó también a los jóvenes que entregaron su vida en Malvinas, al expresar que "el 2 de abril, para los argentinos, es también una especie de viacrucis; de una causa justa, de unos jóvenes entregados a la muerte, de unos jóvenes que quisieron otro destino para su Patria. Recemos por ellos, por su eterno descanso y por el consuelo -que nunca será suficiente- de sus familiares".

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