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El runrún menos pensado: ¿Chiqui Tapia presidente?

El rumor surge de una afirmación que Horacio Verbitsky adjudica a "un analista conservador" en un artículo publicado en su portal "El Cohete a la Luna".

Las redes se llenaron este domingo de especulaciones en torno a una afirmación del periodista Horacio Verbitsky en su portal El Cohete a la Luna, también reconocido por sus habilidades en la Inteligencia política adquirida a su paso por Montoneros.

Es que Verbitsky difundió la especie de que el peronismo buscaría un "candidato sorpresa" que tiene 55 años para encarar la lucha por la presidencia de la Nación, y algunos buscaron y hallaron que Claudio Chiqui Tapia nació el 22 de septiembre de 1967 y tiene justo la edad señalada.

De todos modos, Verbitsky suele disfrutar de lanzar globos de ensayo. Los que empiezan a darle bolilla recuerdan que fue quien "mandó al frente" a Ginés González García: dijo que lo había invitado a vacunarse "por zurda" contra el coronavirus covid-19 y generó un escándalo político que terminó desgranando al ya débil albertismo.

Textualmente, escribió: "Uno de los principales analistas conservadores, que no simpatiza con el kirchnerismo ni subestima a la Vicepresidenta, cree que Cristina (quien renunció a su postulación cien días antes que Macrì), podría lograr el mismo efecto y hasta ganar la elección si propiciara la candidatura de un dirigente no mucho mayor a los 55 años, de identificación indudable con ella, bien considerado por los principales empresarios que lo conocen bien, pero de nula figuración pública en la ronda de postulantes que ocupan a medios y opinadores. Ni Massa, ni Coqui, ni Wado. Es la hora de un outsider, concluye el analista". Ese artículo se llama "Secos" y puede leerse completo haciendo clic aquí.

Uno de los que agitó en Twitter la analogía entre 55 años y el presidente de la AFA es Lucas Llach, que fuera precandidato a presidente junto a Ernesto Sanz en su momento, cuando se creó Cambiemos.

Para darle un marco conceptual a tal posibilidad hay que señalar que no debe seguirse la lógica general, sino la particular del peronismo: es campeón, es peronista, se lo identifica con el éxito, sabe cuánto pesa la Copa del Mundo de Fútbol y está en su momento más glamoroso.

Cabe recordar que su presencia, por ejemplo, en la Vendimia Solidaria en San Isidro fue estelar: opacó a cualquier otra figura de la política o el espectáculo. Y muchos de los dirigentes que en público discutiría la capacidad de Chiqui Tapia de encarar una candidatura presidencial, corrió a rogarle un autógrafo o una selfie.

El rumor está echado. El globo de ensayo está en el aire. Y habrá que ser muy preciso a la hora de intentar pincharlo.

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