Economía

Qué bueno sería ponernos de acuerdo

La opinión del presidente de la UCIM, Daniel Ariosto, sobre la situación argentina y las posibilidades de salir adelante.

Daniel Ariosto

Qué bueno sería que el espíritu del mundial permaneciera en nuestro país y que pudiéramossentirnos todos tan unidos y encaminados detrás de un objetivo. 

Qué apropiado sería conocer el fenómeno sociológico que se produce cada 4 años y que nospermite a los argentinos, olvidarnos de nuestras diferencias que durante el resto del tiempoparecen irreconciliables y volverlo permanente. 

Qué bueno, si en estos momentos, pudiéramos ponernos de acuerdo y bajo nuestrosamados colores patrios, poder acordar caminos a seguir para conseguir que nuestro paísmejore y sea la potencia que, en alguna época, nos propusimos ser, con todas lasoportunidades físicas y humanas con las que contamos. 

Inflación: la espiral que no se detiene

En momentos como los actuales, en los que tenemos esperanza y creemos en nosotrosmismos, podríamos entender que el único camino que nos va a llevar al éxito es laeducación. Que sin chicos educados no podremos tener hombres con ideas claras paraorientar nuestros destinos. Que, si los niños saben leer, escribir y hacer operaciones, van apoder tomar mejores decisiones en sus vidas, conseguir mejores trabajos y van a podersostenerse y elegir a los gobernantes más adecuados para que sus hijos y nietos tambiénpuedan educarse y crecer con salud, seguridad y oportunidades, por derecho, no pordádiva. 

Si entendiéramos que necesitamos una política prolija, responsable, eficiente, que no gastemás de lo que obtiene, que no emita moneda como si fuera una actividad inocua, quesincere la economía, de una vez por todas, para conocer nuestro punto de partida y podersalir a negociar con todo el mundo. 

Si nos pusiéramos de acuerdo y confiáramos en nuestras autoridades, no tendríamos lospuntos de inflación que hoy tenemos y que nos llevan a más y más argentinos, a la pobreza eindigencia y a más de nuestros niños revolviendo basura y a la cultura del trabajo olvidada yabandonada en lugares en los que se cambia por indignidad y limosna. 

Si entendiéramos que promover la empresa y el comercio exterior serían la llave apropiadapara generar riqueza y con ella, crear trabajos para que millones de personas dejen de pedirlimosna y cortar calles por un lastimoso plan. 

Si entendiéramos que no solo en el fútbol podemos ser buenos. Que nuestra sociedad puedehacer el esfuerzo para ser mejor, que podemos trabajar todos juntos, bajo el abrazoamoroso de nuestra celeste y blanca. Que no es necesario pelearnos, quitarnos la palabra,que podemos acordar, consensuar y encontrar un camino más digno y justo para todos. 

Sitoda esta ilusión se convirtiera en realidad.Si pudiéramos ponernos de acuerdo

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