Cumbre climática: pocos avances y descontento en las negociaciones
El encuentro dejó como resultado la creacíón de un fondo de ayuda para los países más vulnerables, pero no se impulsaron acciones para atacar las emisiones que provocan las catástrofes.
Este domingo finalizó la cumbre del clima COP27 y el sabor que dejó el encuentro fue agridulce. Si bien se acordó una ayuda para los países azotados por las catástrofes climáticas, no se impulsaron acciones para atacar las emisiones que las provocan.
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El encuentro se llevó adelante en Egipto y tras una tensa negociación, la presidencia dio a conocer el acuerdo que contempla la creación de un fondo para ayudar a los países vulnerables a hacer frente a las tormentas, inundaciones y otros desastres alimentados por las emisiones de carbono de las naciones ricas.
A pesar de no haber llegado a un acuerdo sobre una mayor reducción de las emisiones, "nos hemos decantado por lo acordado aquí porque queremos estar al lado de los más vulnerables", dijo la secretaria alemana del clima, Jennifer Morgan, visiblemente disgustada.
La cumbre de dos semanas de duración se ha considerado una prueba de la determinación mundial de luchar contra el cambio climático, pese a que la guerra en Europa, la agitación del mercado energético y la inflación galopante de los consumidores distraen la atención internacional.
Los negociadores de la Unión Europea y otros países habían manifestado anteriormente su preocupación por los esfuerzos para bloquear las medidas destinadas a reforzar el Pacto Climático de Glasgow del año pasado.
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"Es más que frustrante ver cómo algunas grandes empresas emisoras y productoras de petróleo obstaculizan las medidas de mitigación y eliminación de las energías fósiles que ya estaban pendientes", declaró la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock.
"Demasiadas partes no están dispuestas a hacer más progresos hoy en la lucha contra la crisis climática", dijo el jefe de la política climática de la UE, Frans Timmermans.