Elia B. de Zizzias

Un fin de semana en Las Vegas

Elia Bianchi de Zizzias, docente, escritora, pintora y ex diputada nacional, describe lo que considera falencias que se pueden corregir en la localidad lujanina de Las Vegas.

Elia Bianchi de Zizzias

Las Vegas: "Lugar de descanso". Sería cierto si no fuera por la pequeña historia que relataré a continuación.

Fuimos pioneros de ese hermoso lugar de montaña. Los dueños de la estancia El Plata lotearon gran parte de esos terrenos y allí fuimos los primeros, atraídos por el paisaje, conquistando cerros a punta de pala y barreta lo que hoy es un vergel. Los Imperiale, los Fasciolo, los León, los Loos y muchos otros, incluidos nosotros, teníamos la visión de convertir esas tierras en un lugar especial.

  Pasaron muchos años y muchos intendentes. Algunos de estos vecinos ya no están y vendieron sus sueños esperando que las autoridades de turno cumplieran algunas de sus promesas: asfalto, alumbrado, centro de salud, entre otras necesidades básicas para hablar de un centro de turismo y cultura.

Si bien es cierto, muchas cabañas se han construido en los últimos tiempos, que atraen turistas. También otras casas que se construyeron sin cumplir con mínimos códigos de seguridad se volaron con las fuertes ráfagas del Zonda o el triste incendio del año pasado, que arrasó 60 viviendas y gran parte del pinar del vivero.

Mi vivienda está en la calle principal que va al Valle del Sol. Quería disfrutar de mis rosales este fin de semana largo, pero tuve que soportar nubes de polvo que causaban los vehículos que circulaban, algunos, a gran velocidad. Era irrespirable. Seguramente, los artesanos que estaban allí se verían como seres de polvo. Tampoco la naturaleza ayuda: granizo, torrentes en los arroyo que se llevaron animales en el bajo, sequía en alerta amarilla y riego muy restringido.

Sin centro de salud, los habitantes de ese lugar, deben pedir turnos al de Potrerillos. Me cuentan que si tienen suerte, una enfermera los atiende, sino deben ir a Luján en ómnibus, que no siempre cumplen con sus espaciados horarios. Por ejemplo, una madre de familia recién operada tiene que realizarse sesiones de fisioterapia en la ciudad de Luján. Todo un desafío de tiempo, trabajo y dinero.

La escuela que funcionaba con el régimen de verano, ahora no lo es, y los alumnos deberán ir a las 8 de la mañana, en inviernos fríos y a veces, con nieve. Estoy pensando en los más chicos.

Con nostalgia, recuerdo la casa de Andy, un pionero de cultura y las obras de teatro que representaban en el lugar. Sus creativa artesanías siguen siendo un centro atractivo.

La vida no es fácil para los habitantes de Las Vegas, ni tampoco, para algunos emprendedores que este año venden en casas de comida y otros negocios.

Podría continuar, pero me pregunto si algunos funcionarios de Turismo y Cultura dejarán sus promesas y se dedicarán a llenar de contenido con obras sus relatos.

Algún día, quizá, Las Vegas se convertirá en un centro privilegiado de turismo y cultura. 

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