Fuego amigo contra la película "Argentina, 1985"
Una vez más, como con "La historia oficial" y "El secreto de sus ojos", la dictadura está presente en el cine más premiado del país. ¿Qué criticó del argumento del filme un reconocido jurista? ¿Tiene razón?
La película "Argentina, 1985", candidata argentina para la carrera de los Oscar y que emocionó en Venecia y en San Sebastián, llevándose el Premio del Público en la Sección Perlas del festival donostiarra, es el tema principal de conversación sobre cine y política en la Argentina.
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Una vez más, como con "La historia oficial" y "El secreto de sus ojos", la dictadura está presente en el cine más premiado del país.
En este caso, la propuesta dirigida por Santiago Mitre acerca del juicio a las Juntas Militares que es candidata al Oscar 2023 como "Mejor Película Extranjera", contiene grandes actuaciones y una dirección y narrativa magistrales, sin embargo poco se habla de los aspectos técnicos cuando encaramos el tema de las producciones audiovisuales.
Antes de su desembarco en la plataforma de streaming de Amazon Prime Video, la película protagonizada por Ricardo Darín y Peter Lanzani pudo verse en la Nave Universitaria de la UNCUYO.
El reclamo
Sin embargo, hay un reclamo latente y lo hace alguien que no está, precisamente, en contra del argumento ni del momento histórico abordado por el filme.
Es el formulado por el jurista, sociólogo y escritor Roberto Gargarella desde su cuenta de Twitter.
El reconocido docente, sostuvo: "Sobre '1985' y el ocultar información para ser imparcial: era necesario evitar a Alfonsín, el único héroe de esa historia (ni digo Nino); identificar al radicalismo con Tróccoli; no decir que Lúder defendió la amnistía militar; desconocer que el peronismo repudió la CONADEP... ¡Es historia!", dijo.
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Es que alude a Carlos Santiago Nino, el desaparecido filósofo y jurista argentino que dio aliento al juicio contra las Juntas Militares, que es ignorado, pero también a que el peronismo había pedido perdonar a los dictadores por sus crímenes y ni siquiera quiso ser parte de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, que presidió el escritor Ernesto Sábato.