Por qué el sur espera en silencio que decante el anuncio sobre El Baqueano
¿Le otorgarán a Malargüe la posibilidad de desarrollar la minería tras anularse o, si se quiere, postergarse, la construcción de Portezuelo del Viento? En el sur nadie quiere asomar la cabeza hasta no tener más detalles sobre beneficios, obras complementarias y qué harán con el resto de los recursos.
El anuncio realizado por el gobernador Rodolfo Suarez de la utilización de los fondos destinados inicialmente a Portezuelo del Viento para construir en San Rafael la represa El Baqueano, impactó en forma desigual en el sur mendocino, zona que podría considerarse beneficiada por la obra que se licitará en enero.
Aquí construirán la represa El Baqueano: recorré el lugar
Planteado al revés, si esos recursos se destinaban a alguna obra fuera del sur, el levantamiento hubiera unido a San Rafael, Malargüe y General Alvear para reclamar.
Sin embargo, esta idea que podría interpretarse como un "embalsamiento de la grieta" entre Suarez y los hermanos Emir y Omar Félix en San Rafael recibe un primer eco político diverso que se manifiesta con rotundos silencios.
Al intendente Félix el anuncio de Suarez lo tomó en Buenos Aires, en donde consiguió las autorizaciones de Vialidad Nacional para el redimensionamiento del aeropuerto local, mientras pelea recursos para la red de agua potable. Prefirió hacer mutis por el foro ante el anuncio. Félix esperará a que decante lo anunciado por el gobernador este miércoles, es decir, a que se acomoden los reclamos, pero, sobre todo, esperando que se sepa bien qué quisieron decir con "no descartar Portezuelo del Viento", al que le ocuparán la mitad del dinero en El Baqueano, o qué será, dónde, para qué el "mini Portezuelo" con el que salió a embanderarse Julio Cobos, para no quedar en off side después de años y años de defender esa obra en Malargüe como la que "sí o sí hay que hacer".
El pedido de Cobos: construir El Baqueano y un mini Portezuelo
Precisamente la espera es tensa en torno a dos intendentes del mismo partido que Suarez. El de Malargüe, Juan Manuel Ojeda, todavía no saca de sus redes la proclama por lo que llegó a denominarse como "la obra del siglo" y esta misma semana se manifestó en contra del abandono de la Casa Rosada.
Ojeda debería poder conseguir que le habilitan la actividad minera para el desarrollo del municipio que dirige, ya que la caída de la confianza social tras el reemplazo de Portezuelo por El Baqueano puede resultar catastrófico para el orden social de una comuna en donde ebulle el desempleo y los astros no le sonríen en ninguna de las salidas económicas que se han ido proponiendo.
Mientras tanto, en Alvear, con Walther Marcolini al frente de la comuna, se insiste con que se haga el trasvase de aguas para alimentar el río Atuel, con lo cual el cambio de proyecto puede generar nuevas resistencias o desafíos en una comunidad que se ha mostrado monolítica en varios temas, con una tozudez inquebrantable.
La mitad del dinero de Portezuelo se usará para construir El Baqueano
De allí que el silencio sea la mejor respuesta en la que se pueden refugiar los tres jefes comunales, en lo inmediato. Mientras, por lo bajo surgen muchas preguntas en torno a qué otros beneficios, además del embalse, la electricidad, el riego y aleatoriamente la generación de empleo y el turismo posterior.
Junto con la definición de Suarez, que le dio una bocanada de oxígeno a una gestión que se mostraba quieta o cuyos proyectos se fueron cayendo uno a uno por zancadillas diversas, no se acallarán los reproches por la no realización del proyecto hidráulico multipropósito Portezuelo del Viento. El oficialismo mendocino culpa a la Nación y a los intermediarios del peronismo local por el fracaso, pero los que defienden a la Casa Rosada insisten con pasos en falso dados desde el gobierno mendocino o ausencia de vocación para conservar a socios históricos en el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), como eran Neuquén y Río Negro, con quienes si bien hubo diálogos oficiosos, señalan que no se avanzó con decisión abierta y contundente. Y se perdieron. Como consecuencia, todo proyecto que deba definir ese ente será rechazado.
La impericia, de cualquiera de las dos partes que se trate, está en las primeras páginas de la historia de la "no obra" Portezuelo del Viento, empezando por un presidente como Alberto Fernández que demostró no tener la menor idea del tema, pero tampoco de geografía, cuando confundió -embriagado de confusión- hasta los nombres de los ríos en un esfuerzo por quedar bien con las autoridades afines de La Pampa.
Ahora hay un nuevo desafío y en el sur mendocino dejarán que pasen las horas para que no se trate de una nueva ilusión que pueda caerse por H o por B.
De todos modos, es un silencio que dice mucho y pronostica que el debate y los reproches mutuos y transversales continuarán.