El organismo del Estado que funciona con un jugador menos
La ley que regula su funcionamiento establece claramente que tiene que haber tres integrantes en el directorio, pero sólo tiene dos. Esto ocurre desde 2016.
Desde fines de 2015/comienzos de 2016, el Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) funciona con un jugador menos. Esto ocurre porque la ley que regula su funcionamiento establece que el organismo debe tener un directorio con tres integrantes, pero desde hace seis años funciona con sólo dos, perdiendo el "espíritu" de un directorio.
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En una primera etapa, cuando asumieron Josefina Canale y Mercedes Rus, se dijo que el tercer director no era nombrado porque el peronismo no proponía un nombre. Esto surgió porque más allá de que no esté en la ley, era costumbre que el "tercer director" sea para la oposición, como ocurrió en el último gobierno peronista con el radical Miguel Bondino.
Sin embargo, pasó el tiempo y el Poder Ejecutivo se negó a nombrar al tercer director, ya sea peronista o radical. Posteriormente, con la asunción de Rodolfo Suarez, se sugirió que finalmente el Casino tendría tres directores y hasta se dieron los nombres: Ida López, actual presidenta del IPJyC, Francisco Martínez y Alejandro Pérez.
Sin embargo, sólo López y Martínez asumieron en el directorio del Casino, mientras que Pérez fue nombrado finalmente Gerente General, mismo cargo que ocupó años atrás el actual diputado Andrés Lombardi, presidente de la Cámara baja. "Es verdad, hay dos directores, pero no hace falta un tercero, puede funcionar igual", destacan en la UCR.
Ahora bien, más allá de que la ley 6362 establece "un directorio integrado por un presidente y dos vocales", ¿la falta del tercer vocal constituye un delito? La respuesta de uno y otro lado es "no", aunque remarcan que un directorio de dos, donde en caso de empate el voto de la presidenta vale doble, carece de sentido.
Ida López, presidenta del Casino de Mendoza.
Otro punto que marca la ley es que el directorio no sólo debería tener tres integrantes, sino que se contempló la posibilidad de un cuarto director elegido por el personal del Instituto de Juegos y Casinos. Sin embargo, nunca se llegó a nombrarlo.