Daniel Garro, el economista que dice cómo dar vuelta la coparticipación
Basado en la Constitución Nacional, asegura que los gobernadores deben hacer cumplir el "orden de prelación" y así obtener la mayor parte de la coparticipación para las provincias.
La idea de abrir un banco estatal en Mendoza sigue dando vueltas y distintos sectores políticos la reflotan cada tanto. Sin embargo, parece que no hay apoyo necesario para llevarla a cabo. El último en plantearla fue el economista del PJ local, Nicolás Aroma, que señaló que la provincia necesita una herramienta para dar créditos que contribuyan a la producción y el desarrollo de Mendoza.
Memo habló con el economista mendocino Daniel Garro sobre la conveniencia de tener un banco público y cómo se podría contribuir al desarrollo sin la necesidad de volver a un "Banco Mendoza".
- ¿Es buena idea tener un banco público en Mendoza?
- Es una estupidez, eso lo hacen los políticos para eso que llaman "marcar agenda", quisiera saber si las autoridades de Suiza están marcando la agenda, están laburando, no marcando agenda. No solo por una cuestión de experiencia de haber visto lo que sucedió con los bancos estatales, sino que la teoría muestra que no sirve porque el Estado no fue creado para crear bancos ni nada, sino para resguardar derechos. Además, esto que tienen los políticos de jugar a ser banqueros con dinero ajeno es tremendo, si algún político quiere un banco que lo haga con su plata, pero no con fondos públicos, después todo eso se presta para cosas vinculadas a la política, entonces los incentivos son diferentes, si es una empresa privada el incentivo es la rentabilidad, además se presta para que aumenten los privilegios generados por los políticos a una parte de la comunidad en detrimento de otra parte.
Desde el punto de vista teórico es una contradicción la existencia de un banco o empresa pública porque no te va a guiar la obtención de rentabilidad y, si esa no es tu guía para la toma de decisiones, lo que terminás haciendo es contrario a lo que genera una empresa privada. Entonces al no tener rentabilidad terminas usando rentas generales para terminar de solventarlo, es una idea nefasta.
- ¿Cómo se puede reactivar el crédito en la provincia sin depender de la macroeconomía del país?
- Primero que nada, vivís en Argentina, con lo cual las generales de la ley te tocan. Y los gobernadores a lo largo de los años fueron cediendo poder, porque la Constitución Nacional establecía que las provincias eran anteriores a la Nación, por eso el 80% de la coparticipación quedaba para las provincias y el 20% para la Nación y hoy es al revés: eso pasa porque fueron cediendo poder con el propósito de tener las buenas migas de los gobiernos nacionales.
Ahora se encuentran con el 22% para repartir entre provincias y el 78% para Nación, entonces no tenés margen para hacer nada, ese es un problema, pero son responsables todos los políticos. Además a los gobernadores les conviene porque lo mismo pasa con lo municipios que, como decía Alberdi, el orden de prelación es: los ciudadanos primero, luego las provincias, después la nación. En esa fórmula sería mas complicado para los políticos aumentarte los impuestos porque vos vas a la casa del intendente y le decís de todo, pero ahora no podés decir nada porque los que aumentan los impuestos son los de Nación, y los intendentes van a Buenos Aires a pedir fondos que ni siquiera pasan por la provincia.
Eso hace que los gobiernos provinciales o municipales no tengan margen de maniobra, si tuvieras el orden de prelación de la Constitución que ahora se esta violando, con una presentación de la provincia a la justicia ya se podría dar vuelta eso, y los gobernadores podrían tener formas no sólo de tener crédito sino de que el sistema financiero local dé préstamos. Si tuvieras márgenes de maniobra, si das vuelta eso, bajás el gasto público y creás buenas condiciones para que vengan las empresas a Mendoza, eso generaría liquidez para que haya préstamos.
- De los últimos gobiernos en Mendoza, ¿cuál fue el que mejor llevó las cuentas?
- Los primeros dos gobiernos de la democracia, de Llaver y Bordón, por lo que yo analicé de las cuentas, fueron los menos peores. Pero porque recién se salía de la dictadura. Después hay un manejo un cachito más prudente de las cuentas fiscales en el gobierno de Cornejo, pero no significa que fueron buenos, fueron menos malos. Ninguno hizo una reducción de gasto público como es necesario.
El gobierno no está para hacer obras. Si bajaste el gasto público, bajá los impuestos y dejá que los privados hagan obras, no te endeudes, que se endeude el privado, pero a los políticos les encanta cortar cintas. El gasto público en el gobierno de Cornejo siguió aumentando porque aumentó la deuda y eso es gasto público. Pero ellos dicen que si toman deuda y hacen una rotonda es una inversión, pero la inversión tiene que generar flujo de fondos y dejar renta para reinvertir. Si no es rentable, no es inversión.