Referendo revocatorio en México: sólo el 7% votó por la salida de López Obrador

Una amplio respaldo obtuvo el presidente mexicano al someterse este domingo a un referendo revocatorio. Aclaró que no cambiará la Constitución, descartando una reelección.

El presidente de México, Andrés López Obrador, superó ayer con amplitud un referendo revocatorio en el que obtuvo alrededor de 90% de apoyo aunque en el marco de una baja participación, y de inmediato descartó que vaya a utilizar esta muestra de confianza popular para impulsar una reforma constitucional que le permita buscar ser reelecto.

"No me voy a pasar porque soy demócrata y no estoy a favor de la reelección. Vamos a terminar la obra de transformación", dijo el mandatario de izquierda en un mensaje difundido en sus redes sociales.

Según un conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), entre 90,3% y 91,9% de los electores votaron a favor de que López Obrador "siga en la Presidencia", frente al rango de 6,4% a 7,8% que apoyaron revocarle el mandato "por pérdida de la confianza", pero la participación fue de entre 17% y 18,2%, por lo que la consulta, inédita en México, no alcanzó el umbral para ser vinculante, pues se requería que votara el 40% de las personas habilitadas para el sufragio (37 millones).

Incluso, si la opción que planteaba la salida hubiera ganado, el mandatario no estaba obligado a acatarla.

"Fue una muy buena votación", sostuvo, al destacar los 15,6 millones de votos a su favor.

AMLO, como es conocido por sus iniciales, fue elegido para el período 2018-2024 con 30 millones de votos.

"Que nadie olvide que el pueblo es el que manda, el pueblo pone y el pueblo quita", dijo ayer ante la prensa tras votar en el Museo de Arte de la Secretaría de Hacienda, a unos pasos del palacio presidencial.

No obstante, y tal como lo había anunciado días atrás, anuló su voto al escribir en la boleta la frase "Viva Zapata", en alusión a Emiliano Zapata, uno de los caudillos de la Revolución Mexicana de principios del siglo XX.

"No puedo votar ni por una cosa ni por la otra, pero sí tengo que ir a votar, porque un demócrata tiene que participar siempre cuando se trata de tomar decisiones", explicó.

El mandatario logró que la consulta fuera incluida en la Constitución en 2019 como un antídoto contra "malos gobiernos".

"Nos va a ayudar a que nadie en ningún nivel en la escala se sienta absoluto", justificó el presidente, quien en las encuestas tiene 60% de imagen positiva.

Para el analista político Hernán Gómez Bruera, el plebiscito demostró que la capacidad de movilización de López Obrador "esta fuerte y tiene músculo", pese a la alta abstención.

"La verdadera prueba de fuego va a ser en 2024 cuando se vaya, porque nadie pareciera capaz de ocupar su lugar de liderazgo", comentó Gómez a la agencia de noticias AFP.

Para sucederlo, el gobernante se inclina por su copartidaria Claudia Sheinbaum, alcaldesa de Ciudad de México.

"Fue una votación sólo de ellos, pero López Obrador la va a querer utilizar para intentar controlar los órganos electorales pensando en 2024", comentó por su parte el historiador José Antonio Crespo.

En México, de 126 millones de habitantes, el voto no es obligatorio.

AMLO acusa al INE de haberse confabulado con la oposición para sabotear el referendo, y anunció una reforma constitucional para que sus miembros y los del tribunal electoral sean elegidos por voto popular y no por la Cámara de Diputados.

"Es rotundamente falso que el INE no haya cumplido con su deber de difundir" la consulta, se defendió el titular del organismo, Lorenzo Córdova.

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