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"Los sacrificios de la clase media no evitarán el cambio climático"

Steven Pinker responde sobre su último libro "En defensa de la ilustración...". Además, podés escuchar fragmentos del libro mientras leés.

Todo está mejor que antes. Pero siguen habiendo riesgos. El desafío no es mágico, sino humano. Eso parece señalar el psicólogo Steven Pinker en sus análisis sobre el mundo cuando sostiene: "No hay contradicción al decir que las muertes por guerra y la pobreza extrema y las enfermedades infecciosas se han reducido en un 75 % en las últimas décadas, y que el mundo enfrenta daños severos si no se eliminan las emisiones de CO2, ambas son ciertas".

Su última publicación es En defensa de la ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso, donde intenta atajar el fatalismo convertido en pandemia mostrando las ventajas que trajo al mundo la razón y la ciencia.

Al respecto, para presentar su libro, sostuvo entrevistado por El Espectador en Colombia: 

La postura de mi último libro no es "optimismo", es precisión. La mayoría de las personas simplemente desconocen el espectacular progreso que se ha logrado en la reducción de la pobreza extrema, las muertes por guerra, el analfabetismo, las enfermedades y el hambre. Eso los hace personas fatalistas y desconectadas del esfuerzo por resolver los desafíos que enfrentamos hoy, particularmente el cambio climático. Su pregunta revela un malentendido común sobre la naturaleza del progreso. El progreso no significa que todo siempre mejora en todas partes, eso no sería progreso. ¡Eso sería un milagro! 

Las luchas por el ambiente y la pérdida de libertad de expresión

Pinker sostuvo sobre sí mismo que es "un gran defensor de la protección del medio ambiente, la equidad de género, la reducción de la pobreza y otras causas progresistas".

Sin embargo, advirtió que "ha habido una tendencia entre intelectuales a cargar esos dignos objetivos con el bagaje de extrema izquierda, posmodernidad y política de identidad, incluida la represión de puntos de vista disidentes, el dogma de que los humanos son pizarras en blanco y la demonización de las instituciones liberales. Esto excluye y repele a muchas personas, forzándolas a tener puntos de vista reaccionarios, y confunde y degrada nuestra capacidad para enfrentar los problemas".

- ¿Cómo ha interpretado el fenómeno de Greta Thunberg? Algunas voces críticas han surgido ante esto. ¿Cree que este es el tipo de liderazgo que puede ayudarnos a avanzar en medio de una crisis ambiental?

- Thunberg merece crédito por enfatizar la ética intergeneracional de la acción del cambio climático: que las decisiones tomadas hoy por las personas mayores en el poder tendrán enormes efectos en las personas más jóvenes y sobre las no nacidas sin poder. También ha aportado un nuevo sentido de urgencia al problema. Sin embargo, su estructura moral del problema en la que hay personas malas y pecadores codiciosos que deben avergonzarse, arrepentirse y hacer sacrificios individuales, no es útil para resolver el problema. No reconoce que todos necesitan energía para mantenerse fuera de la pobreza, particularmente aquellas personas en el mundo en desarrollo, que necesitarán cantidades cada vez mayores de energía para seguir la trayectoria de Occidente y salir de la pobreza. Los sacrificios voluntarios de personas de clase media en países ricos no evitarán el peligroso cambio climático. Solo una rápida expansión de la energía libre de carbono puede hacerlo, y eso requiere políticas globales, como acuerdos globales sobre fijación de precios del carbono, y especialmente inversiones en tecnología que hará que las fuentes de energía limpia sean tan baratas que todos opten voluntariamente por ellas.

Cuando se mezcla todo en una licuadora

Pinker sostuvo que "deberíamos rechazar dicotomías como naturaleza vs. crianza, biología vs. cultura y genética vs. aprendizaje. Los humanos crean y aprenden cultura porque son facultades cognitivas, emocionales y comunicativas innatas". 

Agregó que "en segundo lugar, debemos distinguir los hechos de las cuestiones morales y políticas. La búsqueda de la igualdad de género no es la afirmación empírica de que hombres y mujeres son indistinguibles. Es la afirmación moral de que las mujeres no deben ser explotadas, hostigadas y discriminadas. Confundir las dos cosas es peligroso, y debería ser rechazado por las feministas, porque implicaría que si la ciencia alguna vez demuestra de manera concluyente que los hombres y las mujeres son diferentes, la discriminación y la explotación serían aceptables después de todo".

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