Sony tuvo que rediseñar la Play 5 por la crisis de los microchips

Debido a la baja oferta de la nueva versión, los consumidores de videojuegos se han volcado a comprar la anterior PlayStation 4

La PlayStation 5 se ha convertido en la última Coca-Cola del desierto. La esperada consola lanzada por Sony en noviembre de 2020 le ha dado a la compañía japonesa un sabor de boca agridulce, que combina la alta demanda por el dispositivo -que a su vez se traduce en un aumento de ingresos- con la poca oferta provocada por la escasez de semiconductores a nivel global.

"Se espera que las ventas sean menores que el pronóstico de octubre a causa de una disminución en las ventas de unidades de consolas PlayStation®5, principalmente debido a una escasez en el suministro de componentes, especialmente semiconductores", advirtió Sony en su reporte financiero correspondiente al tercer trimestre del año fiscal que termina en marzo de 2022.

Sony ha decidido darle una solución a este fenómeno que ha afectado a distintas industrias, como la automotriz, la de computadoras y teléfonos inteligentes (smartphones) y la de videojuegos, mientras su competidor, Microsoft, también ha lanzado su más reciente consola, la Xbox Series X y ha anunciado la adquisición de Blizzard Activision en la mayor transacción en la historia de la industria de los videojuegos.

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Aunque "Spiderman No Way Home" le dio a Sony un respiro en los meses finales de 2021 y pese a que Blizzard Activision aseguró que no dejaría de actualizar sus sagas Call of Duty y Warcraft para los dispositivos PlayStation, la compañía japonesa ha decidido no quedarse atrás en la guerra de las consolas y rediseñar la PlayStation 5, para tener acceso a un mayor inventario de chips y poder satisfacer a los compradores, muchos de los cuales actualmente se encuentran inscritos en listas de espera que pueden durar semanas.

Según el sitio especializado DigiTimes, el hecho de que la PlayStation 5 utilice un procesador (CPU) de cinco nanómetros hace que Sony tenga que competir por obtener insumos con otros fabricantes de consolas y otros dispositivos, como computadoras y smartphones, entre los cuales también figura Microsoft; por lo que la compañía planea sustituir este procesador por uno de seis nanómetros.

¿Qué diferencias hay entre una PlayStation 4 y una PlayStation 5?

La dificultad para acceder a una PlayStation 5 ha hecho que muchos consumidores opten por la versión anterior de la consola, la PlayStation 4. Durante el trimestre que terminó en diciembre de 2021, Sony vendió 3,9 millones de consolas PlayStation 5, a la vez que las ventas de la PlayStation 4 alcanzaron 4,5 millones de unidades, 600.000 más que la versión más nueva.

Esto ha ocurrido pese a que las diferencias entre la PlayStation 4 y la PlayStation 5 son notables. El procesador de la consola más reciente de Sony tiene una frecuencia de 3,5 Ghz, mientras que el de su predecesora alcanza 1,6 Ghz. Algo similar ocurre con su procesador gráfico, que llega hasta los 10,28 Teraflops, cuando la PlayStation 4 apenas cuenta con 1,8 Teraflops.

Otra de las diferencias considerables son la memoria de interfaz, que en la PlayStation 5 llega a 16 GB, el doble que la PlayStation 4. El almacenamiento de la más reciente consola de Sony también supera por mucho a su antecesora, con 825 GB de memoria, frente a 500 GB que tenía la versión anterior.

Quizá la diferencia más evidente para quien observa ambas consolas es su forma y su peso. La nueva consola de Sony recuerda a algunos de los diseños de su rival, la Xbox; además de que duplica en peso a su predecesora la PlayStation 4, que pesaba hasta 2,8 kilos mientras que la PlayStation 5 pesa más de cuatro kilos.

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