Boric también salió a criticar las declaraciones de Bielsa sobre su contrincante Kast
El candidato de la izquierda, que se enfrentará a Kast en el balotaje para elegir al nuevo presidente de Chile, consideró que las declaraciones del embajador argentino "no corresponden".
Tras las declaraciones del embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, quien criticó al candidato republicano Juan Antonio Kast, quien representará a la derecha en el balotaje de diciembre, las críticas a sus declaraciones en el vecino país fueron transversales e incluso fue cuestionado por Gabriel Boric, candidato de la izquierda que participará de la segunda vuelta.
Bielsa dijo que "la de Kast es una derecha rupturista, pinochetista, que no habla de Derechos Humanos, ni de desaparición de personas, ni de tortura, ni de responsabilidades estatales, y que no teme decir su nombre". De inmediato sus declaraciones fueron cuestionadas por el gobierno de Sebastián Piñera, el cual consideró que era inaceptable la intromisión del embajador en la política interna.
De acuerdo a lo que señala Emol, al ser consultado esta tarde por ese episodio y las declaraciones de Bielsa, Boric dijo: "No corresponde que un embajador intervenga en la política interna de un país".
De esta manera, el malestar por la intervención del diplomático llegó a todos los sectores políticos trasandinos.
Más temprano desde la Cancillería de Chile había señalado que "estas expresiones representan una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Chile y vulneran normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas".
De paso, en todos los ámbitos se recordaron las frases que utilizó Cancillería para evitar referirse a los casos de Nicaragua, Venezuela y Cuba, señalando que siguen el principio de "no injerencia en los asuntos internos de otros países", cuestión que en este caso no se habría dado.
Por ahora el canciller Argentina, Santiago Cafiero no se refirió al caso, ya que consideran que son "declaraciones personales". Sin embargo, en los círculos diplomáticos recalcan que los embajadores saben que sus palabras nunca son consideradas "opiniones personales".