Civilización o barbarie
Elia Ana Bianchi de Zizzias vuelve al ruedo con sus filosas opiniones, avaladas por una trayectoria en la educación y la política, mechada con intervenciones en las bellas artes. Aquí recupera el espíritu sarmientono de "Civilización o barbarie".
He comenzado a leer el libro de Laura Ramos "Señoritas". Historias de las maestras estadounidenses que Sarmiento trajo a la Argentina en el Siglo XIX. Ya en el prólogo la figura de Sarmiento se impone , por sus acciones, como el gran educador. En mi mente se cruzan las épocas 1.866- 2.021 .Otra vez presente la grieta "Civilización o barbarie". Dejo transcurrir velozmente el tiempo y me pregunto hoy:
¿No es barbarie, acaso, la violencia de las barras bravas en Buenos Aires?
¿No es barbarie tener, en un país rico, tamaños índices de pobreza?
¿No es barbarie comprar votos con heladeras (sin carnes) sin enchufes apropiados y un costo alto de energía, menospreciando la dignidad del pueblo? Pensé que estas deleznables conductas políticas habían caducado en tiempos del Gral. Perón.
¿No es barbarie tener más de 40% de la niñez en situación de pobreza extrema, algunos sin escuela, sin alimentos, sin educación, sin futuro?
¿No es barbarie manipular políticamente las vacunas en pandemia?
¿No es barbarie que un dirigente hable con gesto y palabras a los ciudadanos de la ayuda necesaria de Dios, cuando su provincia es un infierno de corrupción y autoritarismo?
¿No es barbarie que incapaces en la cancillería pongan en peligro las instituciones y las relaciones internacionales de Argentina?
¿No es barbarie la manipulación de la justicia para sacar beneficios particulares?
¿No es barbarie que un sindicalista enriquecido a costa de los trabajadores, exija coimas para la circulación de camiones?
No es barbarie que una mujer acorralada por su corrupción y ansia de poder, no vacile en incluir a sus hijos en su destino , quizás, carcelario.
¿No es barbarie el tratamiento que hace el actual gobierno de los jubilados, otorgando un mísero aumento jubilatorio? Dinero que les pertenece porque trabajaron para tener una vida de adulto mayor con dignidad.
¿No es barbarie los feminicidios, la inseguridad, el silencio obsecuente?
No es barbarie que los presos hayan salido a las calles algunos a repetir sus conductas criminales?
¿No es barbarie que falsos mapuches se apoderen, con violencia inusitada, de terrenos privados? Sus conductas ofenden a los verdaderos mapuches.
¿No es barbarie que las drogas circulen libremente, envenenando a adolescentes y jóvenes, destruyendo su salud, convirtiéndolos en "mulas", y no en personas?
El pueblo no se vende ni se compra, se lo respeta con trabajo y educación.