El niño femicida: la legislación de 1980 es muy vieja para conductas nuevas

Quien confesó el asesinato de Lucía Fernandez en Maipú es inimputable. Qué dice la ley al respecto y por qué nunca va a ser juzgado.

Paula Vetrugno

Un niño de 14 años confesó ser el autor del femicidio de Lucía Fernández. Nunca será condenado por ello.

Cuando se trata de personas menores de edad que cometen delitos hay que distinguir si son imputables o inimputables. En este caso, por su edad, es inimputable ya que tiene menos de 16 años de acuerdo a lo que establece el Régimen Penal Juvenil.

La ley 22.278 data de 1980 y legisla sobre una realidad de ese tiempo más que pensando en la evolución de los seres humanos y de las formas del crimen. 

La vigencia de esta ley lo declara inimputable y, por lo tanto, no se lo imputa ni se lo juzga, ni se lo hará en el futuro, cuando sea imputable o mayor de edad, que es lo que mucha gente cree que sucederá.

Nunca va a ir a juicio porque cometió presumiblemente un delito con 14 años. Tampoco va a ir al exCOSE, ya que alberga a adolescente a partir de los 16 años que son parte del Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.

En lugar de penalización debería estar presente el Estado desde las medidas de protección de derechos, aplicadas por la exDinaf. Es decir: chequear que vaya a la escuela, que no consuma drogas... Se trata de una lista de medidas que, al final, no tienen mucho seguimiento, lamentablemente.

Se considera que en la adolescencia estamos propensos a cometer los mayores errores de la vida, pero en este caso es un delito y grave, además de irreparable. Estos chicos inimputables para la ley con parte de una franja gris de quienes cometen delitos del que nadie se hace demasiado cargo para conseguir efectivamente resocializarlo.

La Justicia Penal Juvenil y los entes del Ejecutivo encargados de la aplicación y seguimiento de las medidas de protección de derechos resultan indiferentes, ya que se pasan la pelota unos a otros.

Con un marco legal de los años sin ley, los '80, el Estado no logra hoy ponerle el cascabel al gato y solo nos queda lamentar, con gran pena, que Lucía Fernández no esté más entre nosotros. 

LA AUTORA. María Paula Vetrugno. Titular de la Cátedra de Familia y Minoridad del IUSP, Instituto Universitario de Seguridad Pública de Mendoza.

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