Nicaragua: Pedro Sánchez exige a Daniel Ortega que "juegue limpio" y libere a los opositores detenidos
Ante la indiferencia de Argentina, que no ha dicho nada sobre los abusos del régimen chavista de Daniel Ortega, España y Costa Rica exigen la liberación de los líderes opositores detenidos en Nicaragua.
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, aprovechó su visita a Costa Rica para pronunciarse sobre la crisis de Nicaragua. Sánchez pidió este viernes al presidente de ese país, Daniel Ortega, que libere a los opositores detenidos en las últimas semanas, incluyendo a cuatro aspirantes a la presidencia, en lo que ha sido una nueva ola represiva que despeja el camino a la tercera reelección del exguerrillero sandinista. Sánchez se pronunció sobre las elecciones, previstas para noviembre, y le dijo a Ortega que "juegue limpio" y garantice un proceso electoral libre y transparente.
El hecho ocurre después de su visita a la Argentina, en donde fue recibido por una insólita de su par Alberto Fernández, que lo ha ridiculizado, y ante la indiferencia de su Cancillería con lo que está sucediendo en Nicaragua, a pesar del presunto liderazgo que el Grupo de Puebla le asigna al mandatario argentino sobre la región.
"Me gustaría dirigirme personalmente y directamente al presidente Ortega: que juegue limpio, que libere a los opositores y que concurra, en juego limpio y en buena lid, a ese proceso electoral", dijo Sánchez tras concluir una reunión con el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, durante su visita oficial. "Vemos con muchísima preocupación lo que está ocurriendo en Nicaragua, que, por cierto, no es nuevo, hemos venido arrastrándolo desde hace unos años", agregó el jefe de Gobierno español. Sánchez ha afirmado que España y la Unión Europea comparten la misma posición sobre la crisis nicaragüense y dijo que el compromiso del bloque es "firme en la defensa de los derechos, las libertades y los valores democráticos".
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El presidente Alvarado también demostró su preocupación por la represión de Ortega contra la disidencia política y ha pedido por la libertad de los detenidos. "La única ruta viable y aceptable que hay es la liberación de los presos políticos, de los señores candidatos y la señora candidata. Esa es la única ruta aceptable desde un punto de vista de la comunidad internacional e incluso está en el mayor interés del pueblo nicaragüense", adirmó Alvarado.
Ortega ha desatado una nueva ola represiva en Nicaragua, cuyo principal objetivo han sido los principales aspirantes a una candidatura de la oposición para las elecciones de noviembre. Cuatro figuras opositoras destacadas fueron detenidas el martes, acusadas de "incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos", incluyendo a dos aspirantes a la presidencia, una destacada activista y el expresidente de la principal cámara empresarial del país. Las detenciones han generado un fuerte rechazo internacional, incluyendo a Estados Unidos, que ha catalogado de "dictadura" al Gobierno de Ortega.
La primera detención fue la del aspirante a la presidencia Félix Maradiaga, un académico y activista apresado después de comparecer en la Fiscalía, donde le confirmaron que le habían abierto una investigación. Horas después fue allanada la residencia del exviceministro de Hacienda, Juan Sebastián Chamorro García, sobrino de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro y quien también había hecho públicas sus intenciones de enfrentarse a Ortega en las elecciones previstas para noviembre. Por la noche fueron detenidos en sus hogares la activista Violeta Granera y José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP).
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Con la detención de Maradiaga y Chamorro García suman cuatro los aspirantes a la presidencia que han sido investigados y detenidos en los últimos días. Cristiana Chamorro, hija de la exmandataria Violeta Barrios de Chamorro, era la principal candidata de la oposición hasta que el pasado 2 de junio el régimen de Ortega le dictó arresto domiciliario. Ella es señalada por lavado de activos a través de la fundación que lleva el nombre su madre. Debido a estos arrestos, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el miércoles nuevas sanciones contra el régimen de Ortega, que afectan a su hija, Camila Ortega Murillo, e incluyen a Leonardo Ovidio Reyes, presidente del Banco Central; el diputado Edwin Castro Rivera, leal operador político del régimen en la Asamblea Nacional; y Julio Rodríguez Balladares, general del Ejército de Nicaragua.
El Departamento del Tesoro ha justificado sus sanciones afirmando que estas personas apoyan a "un régimen que ha socavado la democracia, han abusado de los derechos humanos, han promulgado leyes represivas con graves consecuencias económicas y han tratado de silenciar a los medios de comunicación independientes".