Se extiende el suspenso en Perú en medio de un balotaje muy ajustado que aún no puede definir un ganador
El presidente Francisco Sagasti interpretó hoy esos datos como un "claro llamado a la reconciliación y a la unidad nacional". Perú llegó a este proceso electoral en medio de una severa crisis política que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en lo que va del actual período quinquenal de gobierno.
Perú continua hoy aguardando el final del escrutinio del balotaje de ayer, que, aun avanzado en más de 94%, no permitía vislumbrar todavía si el próximo presidente será Pedro Castillo o Keiko Fujimori.
El sindicalista de izquierda logró pasar al frente esta tarde, solo cuando ya se habían computado más de 90% de las actas de votación, y mantenía una diferencia favorable de menos de 82.000 votos entre más de 18,1 millones de sufragios válidos.
De ese modo, reunía 50,24% de los votos válidos contra 49,76% de Fujimori, según el resultado publicado en el sitio web de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Pero no solo quedaban más de 3.700 actas por procesar, sino que al menos otras 1.285 estaban impugnadas u observadas y fueron remitidas al Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Usualmente, el JNE demora algunos días en resolver esas situaciones, de modo que si ninguno de los candidatos alcanza antes una diferencia irreversible, será preciso esperar las decisiones del organismo para proclamar al mandatario electo, tal como sucedió hace cinco años, cuando Fujimori perdió por unos 40.000 votos ante Pedro Pablo Kuczynski.
En ese contexto, los dos candidatos exhortaron a sus simpatizantes, y especialmente a los fiscales de sus partidos, a defender el voto.
Anoche, cuando los primeros resultados extraoficiales también señalaron alternativamente a ambos como ganadores y por márgenes muy estrechos, Castillo y Fujimori fluctuaron entre llamados a esperar el balance oficial y advertencias más o menos veladas sobre la transparencia del proceso.
Un dato alentador del escrutinio es que tanto la suma de votos en blanco y nulos (6,30%) como la abstención (23,97%) fueron menores que en la primera vuelta del 11 de abril, cuando habían alcanzado a 18,21% y 29,88%, respectivamente.
El presidente Francisco Sagasti interpretó hoy esos datos como un "claro llamado a la reconciliación y a la unidad nacional".
"Son un mandato imperativo para ponernos de acuerdo sobre el rumbo que debe tomar Perú al iniciarse el tercer siglo de vida independiente", dijo, según la agencia de noticias Andina.
En cambio, los mercados financieros reaccionaron negativamente a la incertidumbre por el resultado electoral.
El tipo de cambio se encareció 2,21%, de 3,85 a 3,93 soles por dólar, y cerró en su máximo histórico pese a que el Banco Central de Reserva (BCR) liquidó 253 millones, según el diario especializado Gestión.
En tanto, en la Bolsa de Lima las cotizaciones de las acciones cayeron 8,33, según el Índice General, después de que durante la mañana se interrumpiera la actividad por 20 minutos tras registrarse una desvalorización promedio de 7%, según la radio RPP.
Perú llegó a este proceso electoral en medio de una severa crisis política que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en lo que va del actual período quinquenal de gobierno, y con una fragmentación de la representación política que derivó en la postulación de 18 candidatos presidenciales, la segunda cifra más alta en la historia del país.
De hecho, Castillo y Fujimori pasaron a la segunda vuelta tras haber reunido entre los dos menos de un tercio de los votos válidos el 11 de abril.
Esa crisis se agravó por el impacto económico de la pandemia de coronavirus, que llevó a Perú a sufrir en 2020 una de las mayores contracciones en todo el mundo y la primera en el país en dos décadas.